Cuando el año pasado me mudé quise estrenar la terraza con una fiesta que tuviera antes que nada lucecitas de colores, como en los corsos, como en los clubes de barrio, como en Luna de Avellaneda.
¿De dónde vendrá ese berretín? ¿De las "Romerías españolas" de las que tanto me hablaba papá, esas celebraciones que en la primera parte del siglo pasado eran "la fiesta" para los colonos llegados de España al sudoeste arenoso de la provincia de Buenos Aires? ¿De los bailes en el Prado Español de mi pueblo?
Las lucecitas de colores me significan alegría popular, eso, pueblo feliz, gente de trabajo disfrutando, familias bailando, fiesta de los de abajo. Las lucecitas de colores me encantan por ese dejo "mersa" que se les atribuye desde algunos costados sociales, por eso me emocionan, por eso las banco, como respuesta maleva, como grito arrabalero, como reivindicación de un origen que no pudieron exterminar en la década dicroica donde se nos quiso hacer creer que lo nuestro no servía para nada.
El tema es que en el fárrago de la mudanza y el fin de año que se venía al galope no tuve oportunidad un año atrás de estrenar mi terraza con lucecitas de colores. Hace unos días cuando empezamos a planear una reunión para festejar los 50 pirulos, ante la pregunta de qué regalo quería, te imaginarás qué respondí, pero Ceci me sacó la idea de la cabeza con argumentos económicos. El tema lo saqué de mi cabeza, lo pospuse como tantos sueños pequeños o grandes que uno vuelve a guardar en los placares a la espera de mejores condiciones.
El sábado, cuando ya estaban casi todos los invitados Ceci me pidió que bajara a la cocina y no subiera hasta que me llamaran. Cuando volví a la terraza me encontré con el sueño realizado. Tenía mis lucecitas de colores, mi romería española, mi corso, mi Luna de Avellaneda y para colmo Castillo cantaba "Siga el baile"...
Marce y "Gerzio" fueron los que compraron los foquitos, el cable, los portalámparas y pusieron manos a la obra para confeccionar artesanalmente este regalo maravilloso que, les aviso, luciré en nochebuena y llevaré a Tres Lomas para Año Nuevo.
De ahora en más a cada reunión importante a la que vaya mis lucecitas de colores irán conmigo.
Están todos avisados
.
12 comentarios:
Que buen momentooo Don Niembraaaaa!!!!
Que lindo!! Felicitaciones! Por los 50... también por esa entereza de bancar y disfrutar de las "bobadas" simples que lo modernoso quiere erradicar. No podrán. Los que tenemos sueños somos mas poderosos.
Linda foto, lindas luces, linda terraza, lindas las flores de papel y las guirnaldas y sobre todo linda gente.
pero yo me pregunto ¿que carajo esta mirando con tanta atención el perro?
Perra, G, perra!!
felicidades gerardo!por la familia que te regala con sorpresa algo que te gustaba tanto!y por tu alegría!te saludaré en tres lomas en fin de año y me acordaré de este post al ver las luces de colores. abrazo
santiago de tres lomas
Qué siga el baile nomá... qué bien se nos ve bajo esas luces, qué guapos, vamos Larita toodavía...
Bien dicho, recelo a la dicroiquicidad, a la leticidad, pero tampoco asumiremos una sicodelicidad... se entendió cuál es nuestro norte?
Me parece que quedo un vino abierto, ponele el corcho para que nos se pique, enroscá las lamparitas y voy para allá.
Abrazo.
Gerardo, lo felicito por el cumple y con lucecitas de colores. Que suerte que tiene gente que se toma el trabajo de sorprenderlo realizandole su fantasía. Saludos
Gerardo me encantó lo de las lucesitas de colores me encantaría ponerlas en mi jardín ,ademas pienso como vos en cuanto a Mirta Cariños Alicia
Que lindo lo de las lucecitas ! Para mí también son luces de alegría, la de los tablados en Sur y Palermo. También podrian ser las mariposas amarillas de los Wa Wan Co- seguro te acordas de Macondo, gerard!, aunque estabas más jazzero creo.
Martin el Cavernicola dijo:
Hermosooo....es tambien parte de nuestra propia identidad
Un abrazo
pero mirá lo que me perdí de ver en su momento! menos mal que me puse a buscar el post de los bloggers K anterior a este
Publicar un comentario