domingo, 21 de noviembre de 2010

Qué los tiró a los gringos, una gran siete...



Si algo faltaba para encrespar a los dueños de la tradición y la historia argentina era que a Cristina se le ocurriera no sólo desempolvar la palabra "Soberanía" sino decir en su discurso que en las naves invasoras además de ingleses y franceses había unitarios... No es casual que esto suceda, no es casual que un gobierno que ha venido a contradecir y a discutir valores que se creían intocables ahora reflote un concepto, una idea repulsiva para los hacedores de "la forma de pensar" que primó en las últimas décadas. Una de las peores consecuencias de todo lo que se impuso a partir de la última dictadura militar fue la instalación de las nociones más abominables del cipayismo como verdades reveladas. La idea de que este país no tiene futuro, que no somos como aquellas naciones europeas a las que les va bien se colocó en el centro como un faro que iluminaba cada uno de los pensamientos argentinos. Ahí abajo está la visión de la oligarquía, ahí está la mirada del país como un potrero sólo apto para engordar el ganado que financiará el disfrute en Europa. Esa mirada sostiene todo un andamiaje de discursos entreguistas que naturalmente abominaron históricamente de todas las posiciones que planteaban políticas dignas que sin negar la pertenencia al mundo nos posibilitaran defender nuestros propios intereses. Los países centrales han tenido siempre como una marca de fuego la defensa de sus intereses nacionales, esos estados han privilegiado siempre lo que les convenía y elaborado sus políticas internacionales en función de esa premisa pero acá se impuso la corriente de pensamiento para la que los intereses nacionales que importan son los de Inglaterra, Francia o Estados Unidos.

Así nos fue

Cuando desde las mismas tribunas del cipayismo se nos enrostra a Brasil, se nos niega la información de cuáles fueron los puntales conceptuales que le posibilitaron al país hermano crecer. Se nos niega la información de que no privatizó áreas estratégicas, lo mismo que Chile, donde Pinochet no privatizó la explotación cobre. Han sido, además, muy astutos para bajarnos la línea del "nosotros" toda vez que se refieren a políticas lesivas para nuestro interés nacional. No fuimos "nosotros" los que destrozamos el estado nacional, hubo una primera fase perpetrada por un gobierno cívico-militar y luego una consumación a cargo donde sectores reaccionarios del peronismo en alianza con las minorías antipopulares de siempre. No fuimos "nosotros", fueron "ellos" que lo hicieron para su propio provecho pero se lo facturaron al pueblo. La nacionalización de la deuda externa de empresas privadas que hizo Cavallo en 1981 es la demostración más contundente de todo esto.

Primó una mirada del país y el mundo absolutamente amputada de nociones tales como interés nacional. Se instaló una forma de ver las cosas desde un lugar de forastero o de turista, una concepción según la cual "todo ya está así y no se lo puede trastocar", una postura que se emparenta con esa aversión a la discusión política porque "ni vos lo vas a convencer a él ni él te va convencer a vos", entonces cualquier intercambio de ideas se lo considera desde el vamos una pérdida de tiempo. "Ya está todo inventado, no hay nada que modificar salvo cuestiones menores". Esta idea se hizo carne y hay un par de generaciones que han crecido mamando de esa teta, muchachos para los que la discusión válida sólo pasa por si el fracaso del Bichi fue la línea de tres...

Se instaló la noción de que "esto siempre fue así y lo seguirá siendo" y por lo tanto es al pedo intentar cambiar algo. Bueno, el kirchnerismo ha venido a demostrar que algunas cosas se pueden cambiar, que todo se puede discutir y que incluso se pueden ganar discusiones con gestión traduciendo todo eso en mejoría de las condiciones de vida de muchas personas. No es casual que un gobierno que demostró que se podían recuperar los fondos previsionales, que demostró que se puede tener una legislación de medios democrática, que constituyó una Corte ejemplar y que hasta promovió el matrimonio igualitario ahora recupere un valor elemental como el de soberanía para desarrollar un país más justo.

Mas de lo mismo.

Por suerte

.

9 comentarios:

Isil dijo...

Creo que lo peor de las cadenas culturales, esas jaulas invisibles, es que nos confunden la esencia energica y revolucionaria del hombre con otra existencia totalmente ensombresida de pasividad, miedo y comfort.

Anadri dijo...

Y si Gerardo, con Cristina estamos reconstruyendo nuestra IDENTIDAD, denigrada por tantos intereses entreguistas. Estamos resonstruyendo nuestra Historia, al conocer la otra versión porque "si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia" la que ocultaron para convencernos que nada podríamos ser.
Y no solo se devela el pasado, también Ella nos señala el futuro, como hizo frente a la UIA, alentándonos, mostrando que la unidad entre el capital y la fuerza de trabajo, con el aporte de la ciencia, nos brindará un mañana mejor y que es simplemente posible.
Esto es la construcción de una Nación desde las políticas de Estado. Restitución de la política, de la participación, de la ocupación del espacio público, de las "patas en la fuente".
Es una felicidad escuchar en cada uno de sus discursos la fuerza que transmite para que unidos, irreverentemente unidos, pongamos todo lo bueno de nosotros, que nos hicieron creer, que no teníamos.

San Martín-Rosas-Perón-Kirchner

un abrazo peronista, hoy y siempre.-

Unknown dijo...

Aguante Cristina!!
:´)

MARIA ROSA dijo...

Y eso que -con extrema delicadeza, creo- no nombró a Bartolo el Grumete, el historiador que se inventó a si msmo. Ya somos un país adulto y es tiempo de conocer la otra historia. Lo de anoche en Obligado es un magnifico ejemplo, mi amigo.

Unknown dijo...

Sí, en lo psicológico hacernos cargo a "nosotros" de lo que hicieron "ellos": esas preguntas retóricas estilo negro oro, susana y mirta ¿qué nos pasó a los argentinos? ¡cómo estamos los argentinos! Uno es responsable de lo que vota pero mucho nos han engañado y el operador de este engaño fue el periodista. Fue el pedagogo de esta historia mal contada adrede, para que ganen "ellos". Y "ellos" son el poder económico concentrado en pocas manos.
Hoy escuché a Pigna contar que Sarmiento estaba de acuerdo con la invasión extranjera, no así Belgrano y San Martín.

maby dijo...

lo de la presidenta es grande, es a gran escala, piensa en grande ,es una politica de raza, es peronista y con eso basta, verdadera peronista.

Politico Aficionado dijo...

Completamente de acuerdo, muy buen post!

Charlie Boyle dijo...

La continuación de este post la marca Vita.
Mi psicóloga me recomienda este procedimiento para zafar de situaciones recurrentes.
Si "nosotros" nos hacemos cargo, de lo que hicieron "los otros", de lo que no cambian "los otros", tenemos que tenerla muy clara, para no salir lastimados, (porque "los otros" son hermanos, amigos, parientes, connacionales, próceres,etc a los que en general queremos); que la realidad es producto y responsabilidad de "los otros" y no nuestro, ergo convalidar esas conductas lleva implícito un costo (ajeno) con el que tenemos que lidiar.
Que la tia Clota hable y hable ininterrumpidamente durante dos horas mientras la vayamos a visitar se banca, que la piba Bullrich esté a favor del 80% movil para la jubilación, es un poco mucho.
El asunto es poder desencriptar la culpa, determinar cual es nuestro rollo y cual es el que se nos quiere inducir, o introducir para ser mas gráfico, separar la paja del trigo y eso no es tarea facil.
Leía el otro día que el Gabo decía que los mas dificil de el escritura de 100 años de soledad fue mutar la tragedia en comedia y fantástica las situaciones que se presentan en nuestra vida cotidiana. Al realismo mágico tan latinoamericano, no lo inventaron los escritores de la década del sesenta, se inventó solo al mutar la tragedia en comedia y mito fantástico, es también una forma de hacerse cargo de los pecados de "los otros"

Unknown dijo...

Concretamente cuando pienso en esa década infame: a mi viejo lo hechan del laburo (trabajaba ahí desde que nací), yo iba a la facultad de económicas (UBA) donde se enseñaba las bondades del neoliberalismo, la historia económica desde ese punto. Se bombardeaba en la tele y los diarios en favor de Menem. No conocí discurso alternativo. Voté a Menem, luego durante mi vida de docente me grabaron el sueldo con impuesto a ganancias, me lo congelaron, tenía casi menú fijo fideos y queso rallado. Quiero decir hubo pocos que salieron enriquecidos de las privatizaciones, etc. Muchos que no entendimos nada hasta que aparecieron los Kirchner.

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