En su programa de ayer, Eduardo Aliverti leyó parte de esta nota de Ricardo Roa y me permito volver sobre ella un día después porque no tiene desperdicio, o si se quiere, para remarcar en todo su esplendor la tremenda mala leche del Editor adjunto de Clarín.
Remarco este párrafo que merece ser incluido en los anales del terrorismo periodístico:
"También en el censo hay metáforas. Esta vez la mayoría de los censistas serán recibidos en las puertas de las casas o en el hall de los edificios. Nada de invitarlos a pasar y convidarlos con mate o café, como hace 10 años. No será por descortesía sino por miedo."
6 comentarios:
Qué verguenza estos tipos!!!
El censista que venga a casa, ligará un cafecito y alguna facturita o similar.
Esta nota de La Nación que salió hace un par de semanas va en el mismo sentido. Todavía la tengo atragantada. Es de una miseria intelectual y política inédita: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1313310
Viste, en el 2001 (el último censo, que debía hacerse un año antes, pero gobernaban los radicales) estábamos mejor.
Mi hijo es censista. Le toca una zona de la Perla. Por lo pronto lo convencí de que se afeite para que las viejas lo traten mejor.
Yo lo voy a hacer entrar, no hay drama, lo invitaré unos mates. Ahora, tampoco vivamos una fantasía, más allá que La Nación o Clarín agiten las banderas del miedo, existe mucha gente, sobre todo mayor, que realmente tiene miedo de que le hagan el cuento del tío y le afane un "censista". Digo, no creo que un abuelo de 75 años que lo atienda por la ventana sea un hijo de puta que no colabora con el país.
El problema es que el miercoles vamos a tener a todo el aparato mediatico esperando que pase algo.Y si pasa,la bandada de cuervos va a estar como loca.
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