lunes, 12 de julio de 2010

La semana política

Dos datos políticos surgen de los últimos siete días: Los inconvenientes del espectro opositor para concretar su ofensiva y los alaridos guturales que emite la Iglesia en su lucha contra el sentido común.

Por el lado de la oposición explícitamente política se pudo escuchar el fuerte cruce entre Eduardo Buzzi y Elisa Carrió por el tema de las retenciones mientras que al interior del Grupo A el ala socialista plantea en consonancia con los agrodiputados de la Federación Agraria la segmentación de las retenciones a la soja de modo que el tributo de los pequeños y sufridos labriegos de la patria no sea el mismo que el de los grandes terratenientes. Algo parecido a lo que planteaba la famosa Resolución 125 a la que en su momento se opusieron todos en fila, desde el diario La Nación hasta el diputado de centroizquierda Claudio Lozano…

Cosas de la política ¿vio?

En tanto, en el frente de la oposición implícita, el cardenal Jorge Bergoglio no se ha andado con minucias y la ha emprendido contra el matrimonio igualitario entre personas de un mismo sexo con las armas más vetustas y dogmáticas de la institución. La oposición del clero, esperable y previsible, ha sintonizado con las nociones más retardatarias que ya exhibiera en 1987 Emilio Ogñenovich que fue la voz cantante en aquél tiempo contra la Ley de divorcio impulsada por el gobierno de diálogo y consenso del Dr. Raúl Alfonsín.

La Iglesia no sorprende en esta coyuntura ya que todas las personas medianamente educadas o apenas inteligentes saben que las religiones son enemigas letales del sentido común y el conocimiento científico. Sorprende un poco más el nivel de hipocresía en sangre de muchos dirigentes políticos que ponen cara de santos y resulta que si un buen día se les diera por confesar todos sus pecados ante un cura deberían ser directamente encarcelados en lugar de “pagar” con un par de rezos de ocasión.

Si algo le faltaba al kirchnerismo para terminar de redondear su perfil maléfico y diabólico era apoyar el casamiento entre personas de un mismo sexo. La discusión corta transversalmente a todas las fuerzas políticas pero es el Frente para la Victoria la única fuerza que institucionalmente sale a “poner lo que hay que poner” para modificar de manera progresista la legislación en la materia.

Todo esto sucede mientras algunas personas bien pensantes siguen creyendo que a través de Ricardo Alfonsín y Hermes Binner se puede pensar un proyecto “progresista” y algunas minorías acomodadas de los grandes centros urbanos ven en dirigentes como el cineasta Fernando Solanas una posibilidad de voto supuestamente transgresor. Empero, la realidad concreta le muestra a la sociedad argentina que la fuerza que tensiona tratando de ensanchar el escenario democrático ampliando los derechos de las minorías sexuales sigue siendo el conglomerado de fuerzas que hegemonizado por el peronismo se encolumna tras el gobierno de la Doctora Cristina Fernández.

1 comentario:

hector dijo...

Gerardo muy bueno el pots. Efectivamente la unica fuerza politica que hace viable el proyecto es el Peronismo,
Si hubiera un gobierno encabezado por alguno del llamado
grupo A, incluido los seudoprogresistas desertores del
peronismo como Solanas, Lozano y otros, el proyecto ni siquiera hubiera sido tratado por las camaras.

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