Que nadie quiera hablar es otro cantar, sabemos que este es un país de cobardes y de hipócritas, empazando por quien trabajó duro para que el petróleo se privatice y unos años después demonizaba las privatizaciones, el mismo que además se apoderó del dinero público de una provincia, o de sus terrenos fiscales a la vez que enunciaba un cambio social. Pero la embajada paralela no es un invento de Clarín. Hasta De Vido admitió su existencia. Esta le salió mal al gobierno, como tantas otras cosas: valijas de Antonini Wilson, etc. Solo que hay apatía política en la mayoría y una fé religiosa por defender cualquier cosa que venga del gobierno en una convensidísima minoría.
Vivimos en democracia y la Constitución junto a las mayorías opositoras del parlamento apoyarán a todo aquél empresario que se disponga a decir su verdad.
Vivimos en una diktadura Gerardo, Alberto Cáseres debe ser un empresario o debe tener la posta de algún amigo empresario. No creo que se guíe por simples noticias de Clarín y de la oposición. Todos tenemos miedo, por eso no aparece nadie a declarar. Ya no se puede salir a la calle, lo del bicentenario fue un montaje preparado por la KGB kirchnerista. Abrazos
3 comentarios:
Que nadie quiera hablar es otro cantar, sabemos que este es un país de cobardes y de hipócritas, empazando por quien trabajó duro para que el petróleo se privatice y unos años después demonizaba las privatizaciones, el mismo que además se apoderó del dinero público de una provincia, o de sus terrenos fiscales a la vez que enunciaba un cambio social.
Pero la embajada paralela no es un invento de Clarín. Hasta De Vido admitió su existencia.
Esta le salió mal al gobierno, como tantas otras cosas: valijas de Antonini Wilson, etc.
Solo que hay apatía política en la mayoría y una fé religiosa por defender cualquier cosa que venga del gobierno en una convensidísima minoría.
Vivimos en democracia y la Constitución junto a las mayorías opositoras del parlamento apoyarán a todo aquél empresario que se disponga a decir su verdad.
Vivimos en una diktadura Gerardo, Alberto Cáseres debe ser un empresario o debe tener la posta de algún amigo empresario. No creo que se guíe por simples noticias de Clarín y de la oposición. Todos tenemos miedo, por eso no aparece nadie a declarar. Ya no se puede salir a la calle, lo del bicentenario fue un montaje preparado por la KGB kirchnerista. Abrazos
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