domingo, 4 de abril de 2010

El minuto a minuto legislativo

Algunos miembros de algunas de las fuerzas de oposición están consensuado un borrador para modificar la ley que reglamenta los DNU. Al respecto leemos en Clarín:

"Con la actual ley de DNU, un decreto necesario y urgente queda firme si el Congreso no lo trata. Con la reforma bastará que una de las dos Cámaras voto por el No, para que el DNU se caiga."

Esta es otra demostración de que las principales fuerzas opositoras están sólo mirando la coyuntura porque si levantasen un poquito la mirada verían que es imposible tener un gobierno que gobierne si tiene en contra a una de las dos cámaras. Volvemos al remanido asunto de que si no estamos de acuerdo con el sistema presidencialista tendremos que cambiarlo por algún diseño parlametarista porque, la verdad, asombra la irresponsabilidad de estos planteos, rayanos en el infantilismo.

¿Cómo puede pensarse que un presidente no pueda emitir decretos o que una cámara se los desapruebe? ¿Entonces la elección de 2009 tiene más valor que la del 2007?

No se entiende.

Tampoco se entiende que esta medida pudiera contribuir a incentivar el diálogo puesto que estamos en un momento donde hay sectores opositores que declaran nulos decretos derogados, que elaboran dictámenes contra presidentes del Banco Central en minutos y hasta modifican ilegalmente la conformación de comisiones como la que precisamente debe estudiar los DNU.

Se le miente a la sociedad cuando se promocionan estas modificaciones como algo que se emparenta con el "Diálogo y el Consenso" porque no todo es acuerdo en la democracia. Miremos nomás la votación cerradísima con que Obama logró imponer su proyecto de reforma del sistema de salud (ganó por 7 votos) para comprobarlo.

La parlamentarización de la política que plantean estos opositores se lleva a las patadas con el funcionamiento de las instituciones porque subsume la institucionalidad al interés particular y coyuntural de algunos sectores políticos. Es muy probable entonces que algunos de estos sectores que ahora presionan para darle todo el poder al parlamento seguramente sufrirán en carne propia el año que viene sin ganan la presidencia y se encuentran con un Congreso que, merced a estas modificaciones que están auspiciando ahora que son oposición, cuente con los instrumentos para impedirles gestionar.

Ahí seguro van a plantear de nuevo algunas reformas de modo de poder garantizar "gobernabilidad" y restarle poder al parlamento o se tomarán de nuevo el helicóptero aduciendo que el peronismo no los dejó gobernar...



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6 comentarios:

germencachariense dijo...

Con respecto al tema de las islas, acabo de ver un comercial aterrador. Me recordó a la TV del proceso.

http://www.youtube. com/watch? v=adl3dfiH6ug&feature=player_ embedded


La locución de la supuesta radio isleña es tremenda: me recordó de inmediato al proyecto de canal isleño que los milicos hicieron mediante el cual querían caerles simpáticos a los isleños pasándoles "Operación Ja ja" y la "peluquería de Don Mateo".
Descabellado pero real. O a los ositos Winnie Pooh de la era menemista que fueron otro inconcebible intento de congraciarnos.
Ahora somos mas porgres con Leon Gieco y al intentar complacerlos recordandoles que ellos tuvieron a los Beatles.
La dialéctica es la misma. Somos sobresalientes en la modestia de los productos con los que queremos confraternizar con los verdaderos lugareños, los kelpers, que nada quieren con nosotros. Se nos escapa ese detalle tanto ahora como cuando éramos pro Galtieri o pro Di Tella.
En cualquier lugar del planeta, después de una guerra quedan repartidos los territorios y ya no hay nada mas que reclamar. La guerra, entre otras cosas, fija eso límites.
Salvo en el caso de la sociedad que apoyó masivamente a un dictador ebrio para una aventura belica que era una derrota garantizada- a la altura de todo lo que sucede en este país- y así todo se sigue reclamando.
Las Falklands son y seguirán siendo ajenas, mal que nos pese a nosotros y para mayor felicidad de los Kelpers, cuya voluntad se omite en cada inútil reclamo.
Toda reivindicació n es tiempo perdido y recursos malgastados.
Las batallas del siglo XIX fueron con las que nos contaron que país éramos una vez independizados de España.
La de Malvinas es el acontecimiento que mejor nos cuenta qué clase se país somos, de cómo ir a una guerra sin logística ni estrategia, de cómo podemos apoyar cualquier causa por un mero afán nacionalista, de los pobres orgullos que compartimos y de las consecuencias de la abundancia de soluciones arrebatadas a cambio de la planificación sostenida.
Extiéndase a todos los aspectos de lo que en estas tierras sucede y se tendrá un eficaz diagnóstico de la desidia sostenida asumida como orgullo nacional.

Felices Pascuas!

Anadri dijo...

Pero Gerardo, si estos tipos ni en sistema Parlamentario harían algo bien en su propio beneficio.
Son la contradicción, la inoperancia, la ineptitud, la incapacidad y el odio encarnado.

Mejor que "siga, siga, siga el corso" (Alberto Castillo, jajaja)porque se ponen en evidencia.

MATHA BURROUGHS dijo...

Uy, Gerardo, te cayó el germen a vos. Te cuento que ya lo fumigaron en Encuentro Latinoamericano y en La cosa y la causa.
Es un germen persistente, siempre habla de lo mismo. Repite y repite. Habría que aplicarle la "gran Boudou".

MATHA BURROUGHS dijo...

"Las Falklands son y seguirán siendo ajenas, mal que nos pese a nosotros y para mayor felicidad de los Kelpers, cuya voluntad se omite en cada inútil reclamo."
¿Quién dijo que uno es prisionero de sus palabras? Bueno, el que lo dijo tenía razón.

Anónimo dijo...

Que triste que haya tipos como este "germen" llamando Falklands a nuestras Malvinas.
Decir cosas como esas es no reconocer la pelea y la resistencia heroica que nuestros soldados ofrecieron frente a uno de los ejércitos más poderosos del planeta. Es ofender a quienes dieron sus vidas por la patria.
Desgraciadamente los que piensan como el tal "germen" son unos cuantos.
Ayer escuchaba al muñeco de Caparrós en TVR diciendo que el gobierno nacional reflotaba el tema de nuestra soberanía sobre Malvinas, para generar una distracción como la que la dictadura militar generó con la absurda guerra de 1982. A los que piensan como este pseudoprogre Caparrós les preguntaría qué harían ellos con el tema Malvinas :
¿Se las regalarían a los piratas usurpadores, aún sabiendo que hay compatriotas nuestros enterrados en suelo malvinense?
¿Seguirían el credo sarmientino que dice que la Argentina es tan grande, que debemos despojarnos de algunos de los territorios que la comprenden para que sea gobernable?
¿Nos olvidamos de la soberanía porque hay temas más "importantes" que atender?
Se vé que lo que el muñeco dijo, a la gente que estaba presenciando el programa no le cayó nada bien porque ni uno solo lo aplaudió (como suele suceder).
El camino de la presión diplomática (junto con el de tomar medidas económicas como las instrumentadas por decreto por el poder ejecutivo), parece ser el único viable. Y me parece correctísimo que así sea y que el tema se mantenga presente en la memoria de los argentinos.

JP

Daniel dijo...

Con Caparrós, ya que el anónimo lo menciona, estamos en presencia de un vivo de aquellos.

En Crítica te dan sobresueldo por ésto, Caparrós?

O sea que Amado Boudou le daría de comer bien fácil a los "medios independientes", diciendo que fumaba porro. Para que después lo pasen 54 veces por día y entonces le agreguen a "éste gobierno de montoneros": "y drogadictos".

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