Este texto me llegó por e-mail y lo cuelgo porque no tiene desperdicio. Es una observación sobre la clase media que comparto plenamente.
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LA DOBLE MORAL DEL MEDIOPELO ARGENTINO - ETIOLOGIA DE UN SORUYO.-
Por Dr. Hernán Jaureguiber.-
Cuantas veces por día encontramos en nuestra realidad especímenes a la medida de las inigualables categorías sociales pensadas para La Argentina por don Arturo.
En estos días me tope con otro de la selección y pensaba que, no obstante la reiteración, uno no cansa de sorprenderse.
El mediopelo argentino es contumaz en su ideario marmota.
El mediopelo argentino, no asume que es valuarte de la decadencia y por el contrario, cree que es un prócer progresista a la altura de Alberdi.
Lo mas irritante de este personaje es su doble moral.
Vive criticando los problemas cotidianos de la sociedad, cuando es Él, en su individualidad, el que los provoca.
Así se queja, por ejemplo, de la falta de seguridad que padece a pesar que paga sus impuestos, cuando en realidad, esas cargas las tributa luego de tamizar su patrimonio y ganancias por un sinfín de vericuetos contables, tales como subfacturación por ventas, en algunos casos con la impudicia de tratarse de bienes suntuarios destinados a su placer y muy lejos de la producción.
Se queja de la falta de palabra en los negocios, luego de despacharse cínicamente con incumplimientos indecorosos a sus compromisos, plantando operaciones concertadas sin siquiera ruborizarse.
Pero así es Él. El prototipo del chanta que ni siquiera inspira a la caricatura.
El que se borra siempre. El que cacha a otro. El “don Carlos” de la publicidad sobre evasión fiscal tan reiterada en televisión en estos días.
El que se cree “exitoso” como comerciante porque logra vender algo mediante ardid. Claro, porque la mentira, si es en el comercio, no es pecado sino habilidad.
El que se rasga las vestiduras en cuanto a sinceridad, pero siempre juega a dos o mas puntas, tanto en los negocios como en su vida intima.
Y si, es un personaje muy reconocible en las categorías de Jauretche, aunque no tan identificable en la cotidianeidad y esto por dos motivos.
En primer lugar, porque en si mismo no hay muchas formas de ver una mentira, sino cuando es muy alevosa y por ello no es mentira, sino un grotesco.
Por otro lado, porque lamentablemente son muchos, muchos mas de lo que supone una excepción a la regla, y por tanto viven entre nosotros y es imposible prescindir de ellos.
Están en el comercio, en la oficina pública, en la privada, en las buenas familias y en las otras.
Son como diría Medina, chicos bien de casas mal y chicos mal de casas bien.
Hay un distingo importante. Mayoritariamente pertenecen a una clase, la clase media argentina.
Pueden estar en los otros sustratos, pero resulta que los oprimidos totales no tienen ocasión de relucir tan frecuentemente esas características y los opulentos no tienen tanta necesidad.
Y otro distingo, es que nunca se hacen cargo de lo que son, salvo cuando sus pares lo reivindican como una “ranada” . Y ahí aparece la otra faceta, que cobró mayor predicamento en los últimos años. LA APOTEOSIS EN LA IMPUDICIA DEL ACTO DESHONROSO“
Dicho en cocoliche. El menenfrega.
Así tenemos a los efedrineros, a los empresarios de medicamentos truchos, a los coimeros, etc. etc..
¿Cuánto tendrá que esperar la argentina profunda, la de los giles, para hacer tronar el escarmiento de esta clase infecunda de prestados compatriotas?
En estos días donde el personaje retratado recobra su virulencia, entre otras cosas ante el reclamo social que corta avenidas, olvidando su complacencia por los piquetes campestres efectuados por panzones burgueses en las antípodas de la escala social, la pregunta recobra énfasis.
Tal vez sería un gesto positivo por parte de las autoridades del Estado, revisar los patrimonios de los quejosos, autoproclamados laboriosos (en su propio beneficio) y desenmascarar de una vez por todas tanta hipocresía.
Cuanta casa enrejada mal habida hay en La Argentina. Cuantos autos lujosos de dudoso origen. Cuantos barcos.
Y pienso que nada es mas temible que la acumulación de paciencia sobre tanto abuso impúdico.
Ojalá lleguemos al desenlace, aunque sea cinco minutos antes del final, para la paz de todos, aunque no todos la merezcan.
Buenos Aires, 4 de Noviembre de 2009.-
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LA DOBLE MORAL DEL MEDIOPELO ARGENTINO - ETIOLOGIA DE UN SORUYO.-
Por Dr. Hernán Jaureguiber.-
Cuantas veces por día encontramos en nuestra realidad especímenes a la medida de las inigualables categorías sociales pensadas para La Argentina por don Arturo.
En estos días me tope con otro de la selección y pensaba que, no obstante la reiteración, uno no cansa de sorprenderse.
El mediopelo argentino es contumaz en su ideario marmota.
El mediopelo argentino, no asume que es valuarte de la decadencia y por el contrario, cree que es un prócer progresista a la altura de Alberdi.
Lo mas irritante de este personaje es su doble moral.
Vive criticando los problemas cotidianos de la sociedad, cuando es Él, en su individualidad, el que los provoca.
Así se queja, por ejemplo, de la falta de seguridad que padece a pesar que paga sus impuestos, cuando en realidad, esas cargas las tributa luego de tamizar su patrimonio y ganancias por un sinfín de vericuetos contables, tales como subfacturación por ventas, en algunos casos con la impudicia de tratarse de bienes suntuarios destinados a su placer y muy lejos de la producción.
Se queja de la falta de palabra en los negocios, luego de despacharse cínicamente con incumplimientos indecorosos a sus compromisos, plantando operaciones concertadas sin siquiera ruborizarse.
Pero así es Él. El prototipo del chanta que ni siquiera inspira a la caricatura.
El que se borra siempre. El que cacha a otro. El “don Carlos” de la publicidad sobre evasión fiscal tan reiterada en televisión en estos días.
El que se cree “exitoso” como comerciante porque logra vender algo mediante ardid. Claro, porque la mentira, si es en el comercio, no es pecado sino habilidad.
El que se rasga las vestiduras en cuanto a sinceridad, pero siempre juega a dos o mas puntas, tanto en los negocios como en su vida intima.
Y si, es un personaje muy reconocible en las categorías de Jauretche, aunque no tan identificable en la cotidianeidad y esto por dos motivos.
En primer lugar, porque en si mismo no hay muchas formas de ver una mentira, sino cuando es muy alevosa y por ello no es mentira, sino un grotesco.
Por otro lado, porque lamentablemente son muchos, muchos mas de lo que supone una excepción a la regla, y por tanto viven entre nosotros y es imposible prescindir de ellos.
Están en el comercio, en la oficina pública, en la privada, en las buenas familias y en las otras.
Son como diría Medina, chicos bien de casas mal y chicos mal de casas bien.
Hay un distingo importante. Mayoritariamente pertenecen a una clase, la clase media argentina.
Pueden estar en los otros sustratos, pero resulta que los oprimidos totales no tienen ocasión de relucir tan frecuentemente esas características y los opulentos no tienen tanta necesidad.
Y otro distingo, es que nunca se hacen cargo de lo que son, salvo cuando sus pares lo reivindican como una “ranada” . Y ahí aparece la otra faceta, que cobró mayor predicamento en los últimos años. LA APOTEOSIS EN LA IMPUDICIA DEL ACTO DESHONROSO“
Dicho en cocoliche. El menenfrega.
Así tenemos a los efedrineros, a los empresarios de medicamentos truchos, a los coimeros, etc. etc..
¿Cuánto tendrá que esperar la argentina profunda, la de los giles, para hacer tronar el escarmiento de esta clase infecunda de prestados compatriotas?
En estos días donde el personaje retratado recobra su virulencia, entre otras cosas ante el reclamo social que corta avenidas, olvidando su complacencia por los piquetes campestres efectuados por panzones burgueses en las antípodas de la escala social, la pregunta recobra énfasis.
Tal vez sería un gesto positivo por parte de las autoridades del Estado, revisar los patrimonios de los quejosos, autoproclamados laboriosos (en su propio beneficio) y desenmascarar de una vez por todas tanta hipocresía.
Cuanta casa enrejada mal habida hay en La Argentina. Cuantos autos lujosos de dudoso origen. Cuantos barcos.
Y pienso que nada es mas temible que la acumulación de paciencia sobre tanto abuso impúdico.
Ojalá lleguemos al desenlace, aunque sea cinco minutos antes del final, para la paz de todos, aunque no todos la merezcan.
Buenos Aires, 4 de Noviembre de 2009.-
23 comentarios:
Jauretche deberia ser lectura habitual en nuestros colegios secundarios.
Una educacion con valores de Honestidad, Justicia y Solidaridad es un camino a transitar para cambiar esta logica del egoismo y la ceguera.
Y un Estado Presente para cuidar a los mas debiles, como una Madre dijo Lula.
Para empezar.....
Estmimado InK:
Este año fue lectura obligatoria, en mi programa de 3er año, la Introducción al Manual de Zonceras y algún fragmento de El mediopelo.
En Esperando la carroza, de la Colección Azulejos, Ed. Estrada, hay una actividad en la que deben buscarse elementos del mediopelo en el texto de Lagsner. Le cuento que salió algo muy interesante.
Yo siempre me pregunto cuando leo este tipo de textos criticando a la clase media, tan tipicos de los peronistas, que pasa con el resto de la sociedad?
Los sectores populares no merecen criticas acaso? no tiene defectos?
Porque insisten tanto y tanto con este tipo de textos, que en realidad, poco dicen?
Porque siempre caen en el lugar comun de criticar a la clase media? Porque es hipocrita? Quien no es hipocrica en la Argentina?
PD: Usted realmente considera que Susana Gimenez es el representante mediatico de la clase media? Usted considera que Susana Gimenez tiene mas ranking en Caballito que en Villa 31 o La Mantanza?
La foto que ilustra la carta no lo ilustra: Susana es casi tan rica como Cristina y, por tanto, no es una representante de la clase media.
De otro lado, entiendo que el autor de la nota describe a algún familiar cercano: la gente con la que trato día a día no se comporta de ese modo ni tiene esos valores.
Las generalizaciones son perversas. Si no tenes cuidado después pensas, por ejemplo, que toda la gente de campo viste galera, fusta y botas o que todos los peronistas son ladrones de medio pelo.
El tipo retrata la lamentable "viveza criolla" argentina, que traspasa todas las clases.
Adjudicarla solo a la clase media es sencillamente estúpido.
Los espejos cuando no distorsionan suelen ser crueles en lo que nos devuelven,y despiertan iras por eso.
Tanto vivir engañados y engañando, creyendo las mentiras cotidianas que contruimos entre todos, que cuando alguien nos muestra lo que somos nos enojamos mucho.
Pero ya va a pasar.Para eso está la tele.
Me gustaría saber en donde queda el empleado de clase media que va todos los días a trabajar, que paga sus impuestos como corresponde, que respeta a los demás, que es honesto, pero que no le gusta Kirchner? Hay muchísima gente así. Y ahí es que cuando Ustedes se quedan sin argumento.
Pipi
La gente que trato todos los días, y que es buena conmigo no quiere molestias de la pobreza porque "para eso paga sus impuestos", aunque también les escucho decir "yo le pago a un contador para que me haga pagar lo menos posible" y la diferencia entre evadir o no en las categorías de monotributo es de $50por mes. Eso es ser garca impúdico. Pero el egoísmo está avalado por el sistema, por eso ni vergüenza sienten.
Está bien poner la lupa en nuestra clase, porque nosotros en gran mayoría venimos de la clase baja que en cierto momento histórico tuvo movilidad social. Negar el origen, desentenderse es una decisión ética. Qué actitud vamos a tomar frente a los que están como alguna vez nuestros abuelos, o peor, con menos oportunidades. Tengo un primo que votó a Macri, sabés cómo me duele.
No voy a discutir con Mariano Francisco o Francisco Eduardo o Eduardo Mariano, porque sencillamente los ignoro.
Me remito a los publicado hace un tiempo:
http://laverguenzademifamilia.blogspot.com/2009/07/malcom-x-la-sirvientita-y-las.html
No leo cadenas de mails, pero muchos neo-peronistas que estan mas cerca de ser progres que justicialistas, piensan que los sectores populares tienen pensamientos politicamente correctos, cuando la realidad es inversa, cierto grupo de la clase media intelectualizada se rige por el manual de lo politicamente correcto, los sectores populares reclaman lo que sienten necesario, el nucleo peronista no son los intelectuales de carta abierta, hay que tenerlo bien en claro para no perder el apoyo popular, a veces siento que nos estamos alejando del pueblo.
(esto no esta relacionado con este texto, pero si con el argumento que dice que los habitantes de caballito son derechistas que reclaman "mas seguridad" y los de La Matanza son librepensadores abolicionistas, eso es el imaginario de cierto sector de la clase media porteña y progre, nada tiene que ver con la realidad)
Si fuera como ustedes dicen, Eduardo y demás clasemierderos, la película que rompe records y ratings en tv, no sería Esperando la carroza sino alguna de Mirtha Legrand o Susana Giménez.
El film de Doria (basado en la obra de teatro de Langsner) es una fuerte crítica a la clase media argentina, allí se desnudan todos los prejuicios y su hipocresía del medio pelo.
El medio pelo no es TODA la clase media, sino una parte considerable de ella, esos a los que se ha denominado "culo con arandela" o de los que se dice que "quieren cagar más alto de lo que le da el culo".
Cuando se critica a la clase mierda se hace referencia a ese MEDIO PELO cuyo único valor es el que tiene que ver con el dinero como único fin en la vida, y en base a esa categoría clasifican a las personas. Por eso odia a los que, siendo de su misma posición económica o de una posición "más baja", piensan en el dinero como medio. Es la gran diferencia entre NIVEL DE VIDA (lo que le importa al medio pelo) y CALIDAD DE VIDA (los que disfrutamos lo que tenemos aunque no sea mucho).
Los enervan las personas que no agachan el lomo para que ellos ganen más guita y los consideran seres improductivos. Ahora, sus hijos burros, ignorantes, superficiales y cipayitos, esos sí que tienen permiso de rascarse las bolas, boludear todo el día con la pc (total la tarea para al escuela la copia de Rincón del vago, ¡qué vivo es mi pibe, jaja!) o andar (siendo menor de edad) a todo trapo con el autito que le compraron (aunque lo pusieron a nombre de alguno de los padres) dándose el palo a cada rato, total la propiedad que pueda destruir el imbécil o es pública o es de otro. Eso sí, cuando pasa eso van corriendo a arreglar con el comisario que es conocido (¡viste como son los milicos de coimero!) y lo sacan al pibe de apuros (que no vas a comparar bajar la edad de inimputabilidad para mis chicos que son tan buenos pero hacen esas travesuras, que para esos negros villeros fumadores de paco).
Ah, me olvidaba, el autito se lo compraron usado a un ex comisario que se dedica a eso, a la venta de usados (¿qué creían?).
Y cuando, lamentablemente, los pibes se matan: iban 8 en un auto para 5, venían de un boliche a las 7 de la mañana, también mataron a 2 tipos que iban a laburar en bicicleta, todo el pueblo los llora, van al velorio de los pibes (no al de los laburantes, cuyos deudos son unos negros de mierda que pusieron un abogado -seguro que peroncho o comunista- para cobrar indemnización que es una exageración si tenemos en cuenta lo que puedan valer esos tipos que seguro que lo que ganaban se lo chupaban todo y minga que se lo iban a dar a la familia y ahora estos zánganos reclaman y no tienen en cuenta nuestro dolor).
Y para terminar, y como soy una fanática del cine, les recomiendo otra película argentina: Cien veces no debo. Allí también se ven claramente los "valores" de la clase mierda.
No hay micha diferencia entre el medio pelo y el almacenero de fuerte apache, o el metalúrgico.
Habría que determinar los "valores de la clase media", pero sin perder de vista que el 80% de los argentinos se autoreferencian como clase media. O sea que la dicotomía en valores se da entre los que leyeron y los que no leyeron a Fucó.
Si no lo leíste sos pueblo (querés progresar económicamente y pibes chorros a la carcel), y si lo leíste sos elite (no importa mucho la guita y pobrecitos los pibes chorros).
Ustedes creen que el rating de Susana Gimenez es por barrio norte?
Quién le perdonó al toque la ranada despreciable del auto para discapacitados?
Por ejemplo me gustaría hacer una encuesat bien hecha, con apertura por nivel económico, social y educacional:
Qué se debería hacer con un homicida en ocasión de robo? (se lo podría plantear en términos más populares, tal vez con un ejemplo concreto, el del ingeniero Barrenechea o algo así).
las opciones serían las siguientes:
1)Un trabajo interdisciplinario de reinserción social
2)Una corta estadía en la carcel con fuerte trabajo psicológico para evitar la reincidencia
3)Que se pudran en la carcel
4)Pena de muerte sin dolor
5)Pena de muerte con sufrimiento.
Veremos donde tienen mayor aceptación unas opciones y las otras, y creo que la "progresía" se va a llevar una sorpresa cuando comparen los resultados de Palermo con La Matanza.
hola, cuanta subjetividad, es solo un chiste, pero para mi amigo freud, los comentarios estan mostrando algo mas, o poco sentido del humor o algunas cuentas pendientes entre el peronismo y "las cases medias"( si son varias).
En primer lugar que el post esta muy bueno, me cague de risa, pero como parece nesesario aclarar todas las generelizaciones son malas y no reflejan la realidad, ahi van otro ejemplos: el campo, los medios, la oposicion, etc.
Es verdad que en ciertos sectores de las clases mas bajas se encuentra el mismo comportamiento que esgrime la clase mierda.
Pero con una diferencia,en las clases bajas se lo toma como algo natural,una manera mas de supervivencia que debieron aprender para no extinguirse.No lo esconden y andan por ahí pontificando sobre "este país".
También el discurso a veces se parece,pero es por imitación del consenso dominante,una manera de arrimarse al rebaño sin ser discriminados aún mas.Imáginensé cuanto puede durar una doméstica que se ponga a discutir de politica o sociología barata con la patrona.Ademas en la mayoría de los casos no tienen las herramientas adecuadas para hacerlo.
Es mas seguro repetir a duo el cacareo de Su y la otra vieja chota.
Lo que irrita de la clase mierda es que es gente que supùestamente tiene otras herramientas para decodificar la realidad,porque tuvieron acceso a ella,pero prefieren crearse el discurso que le sienta mas cómodo a sus intereses.
Hallá ellos,están en su derecho de vivir la mentira que mas cómoda le quepa.Lo irritante es que nos quieran convencer a los otros,los que no compartimos esos "valores" mistificados e hipócritas.
A nosostros justamente que los conocemos tanto.Eso es un insulto a nuestra inteligencia.
Luz no leo tu enlace porque cualquier opinión que yo pueda tener sobre el la vas a ignorar.
El 90% de los comentaristas a esta carta - que la verdad es bastante poco original -, viven en un país que no los merece: son tan elitistas que ni se dan cuenta.
Creen tener todas las respuestas, critican despiadadamente al resto de la sociedad; son puros y prístinos; nunca traicionaron sus valores...
Muchachos Uds. son la clase media que critican ¿No se dan cuenta?
Que el 80 o el 99% de la población argentina se sienta clase media, no significa que lo sea - en buena medida es de eso de lo que habla Jauretche respecto al medio pelo que, precisamente, es sentirse como aquello que no se es.
También habría que detenerse un poquito a pensar en qué era sentirse de clase media en una época y qué es eso ahora, en esta época.
Hubo un tiempo en que el clasemediero argentino presumía de "leído"; hoy es un vulgar consumidor, de chucherías y de "bienes culturales", que van desde el diario, radio y tele al arte premedieval y su importancia en la crianza de truchas arcoiris - o sea, los medios y la mayor cantidad de boludeces posibles, que esos medios le acerquen.
De leer y valorar el pensamiento ajeno para armar uno propio, ni en joda, ya está la tele y repetir como loro es mucho más fácil. Leer es "de viejos".
Siempre el "si hay miseria que no se note" fue una religión pero nunca como ahora el culto a la apariencia y a la hipocresía militante fue tan obvio. Basta ver a esas mujercitas tan "pro-vida", tan anti-aborto que conmueven - lástima que uno, algunos antecedentes conoce. Diría el Chapulín: "Se aprovechan de mi discreción".
Hay una idea por ahí de que no se puede decir nada de la clase media, porque quien lo diga estaría descalificandose a sí mismo, y si aún así lo dice, es porque es un resentido a sueldo de los K.
Y no, el problema ya estaba antes de los K y seguirá estando después de los K (posiblemente agravado, eso sí) y la pregunta sería si la clase media no es un tema de los clasemedieros, ¿De quién carajo es?
¿Hay que resignarse a ser parte de un colectivo que no parece siquiera saber sumar? que no sabe ni le interesa saber dónde está su conveniencia?
Hubo una época en la que los hijos del pobrerío y los de los clase media iban a los mismos colegios - públicos - se mezclaban, jugaban juntos, peleaban juntos o enfrentados - pero, milagros de la convivencia a cara limpia, no había tanto cagazo, tanto desprecio y tanta necesidad de barrios y escuelas "comolagente".
Ni tanta reja ni tanto pedir canas hasta en las macetas (sabiendo lo que son los canas ultimamente... medio peor el remedio que la enfermedad, no?)
Jorge Sábato, no precisamente un peronista, definía a las escuelas y universidades privadas como "Pitman caras" (para el lector post 80's, las Academias Pitman eran lugares donde enseñaban a escribir a máquina y un poco de taquigrafía, o sea, formaban secretarias, oficinistas en general, una clase B de la capacitación, digamos).
Claro, el tipo venía de esas escuelas públicas que enseñaban bien lo importante.
Como todavía pasa ahora, pero nadie le da bola, las escuelas secundarias técnicas son mayoritariamente públicas (¿Hay técnicas privadas? lo dudo), por ejemplo y la diferencia ya es brutal en lo universitario; un chico puede estudiar desde luthier a físico nuclear en la esfera pública; para abogado o contador (y alguna cosita más) en la privada, apenas.
Si alguien quiere "libertad para aprender lo que se me ocurra" que mire al estado - en lo privado, alpiste.
Si algo tiene ser de clase media es que hay espacio para ser individualista - lo que no es bueno ni malo en sí mismo, depende de la clase de individualismo que uno elija.
Uno puede informarse, formarse, capacitarse y llevar una vida con más estímulos que sobresaltos - el problema aparece si entendemos que el precio a pagar sea, sepultar a los que están un poco más abajo en la pirámide y que si aparece algún loco con ideas extrañas, los haga subir, los lave un poco hasta que parezcan blanquitos y, horror de horrores!, quieran llamarse clase media ellos también.
Si ése es el camino elegido, estamos fritos, como clase media y como personas. Ni hablar de eso llamado futuro.
Mariano T, suscribo a tu comentario de las 10:50. Recordemos, si no, como surgieron todos los fascismos (acá recomiendo ver El lápiz del carpintero -española).
Así también, suscribo al comentario (excelente análisis) de Gringo Viejo en que el que te (les) responde.
No hay nada que enoje más a los fanáticos religiosos que una discusión con alguien que conoce a la religión desde adentro, lo mismo sucede con la clase media (Entre gitanos no vamos a leernos las manos - acá recomendaría alguna de Kusturica).
Miren yo voy a hacer una analogía burda, pero viene al caso del post.-
Yo soy estudiante y al estudiar en otra provincia no me quedo otra que vivir en departamento, y me di cuenta que muchos que se quejan de los ruidos(fiestas, o lo que sea) son lo que mas ruidos hacen, osea si lo hacen ellos esta bien si lo hacen los demás no pueden, no todos obvio pero son los mas.-
Lo de jauretche tiene que ver con la impostura, en aquel momento de la clase media y media alta(mucho menos amplia que ahora)queriendo imitar a la clase alta.
Ahora tal vez la impostura es de sectores que podríamos denominar el estrato supèrior de la clase obrera y el cuentapropismo de bajos recursos, que adquiere los valores y hasta los prejuicios de la clse media.El estereotipo de esto es el taxista porteño, pero el trabajador sindicalizado también entra muchas veces.
Si a esto le agregamos la pauperización de sectores que solían ser clase media, entendemos porqué el 80% se autoreferencia de esa manera.Este es el hecho significativo, más alla´de los lloriqueos de los que se creen el ala intelectual y progre de la misma
Y creo que en caso de descenso social, es más fácil que se lumpenicen a que se conviertan en clase obrera.
No es un fenómeno local. Diría que es un fenómeno que se ha dado en los países centrales antes y con mayor vigor que acá.
Parece que la predicción de Carlitos sobre las consecuencias de la creciente alienación de la clase obrera fueron contrarias a lo anticipado, cada vez estamos más lejos del levantamiento de las masas contra la burguesía.
Soli-dar-idad.
El comentario de "casta diva" me encantó, pero lo más desopilante es sin duda esta clase de marxismo de Mariano T.
Muy bueno lo de Ram, gringo viejo y casta diva.
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