En un primer momento no me hizo gracia alguna la caterva de premios que cosechaba la Metro (ver acá) pero luego, en la medida en que los melones fueron acomodándose en el carro empecé a vislumbrar que en realidad el voto por esta FM no estaba tan mal, si lo ponemos en el contexto del que emerge.
Sigue sin gustarme, pero en medio de lo que hay…
En primer lugar hay que dar un dato importante: Contó Aliverti (y se lo escuché hoy a Enrique Vázquez) que en cuando a llamados telefónicos la votación de la audiencia favoreció notablemente a Radio Nacional pero que en correos electrónicos el voto a favor de la Metro fue devastador.
Esto ya nos da una puntita para el análisis: Evidentemente la franja de audiencia militante y progresista -la que escucha Cooperativa, la 530 y Nacional- se movilizó fuertemente a favor de la Radio Pública, mientras que los sectores más progres de oyentes jóvenes (15 a 30 años) lo hizo en mayor cantidad a favor de la Metro.
Por un lado parece horrible que esta radio gane tantos premios porque eso estaría hablando de un fuerte retroceso en cuanto a la calidad de radiodifusión actual, pero si se hinca más el diente se puede observar que, en última instancia, no está tan mal que los pibes opten por la Metro ante las opciones que hay en danza. Tomemos un par de ejemplos en el terreno de la AM mañanera: Hay que tener aguante para soportar el programa de Víctor Hugo, no por él sino por lo que lo rodea -y por momentos hasta pareciera que lo secuestra- Hay que ser muy macho para soportar a tipos como Daniel López… un operador serial de los intereses más reaccionarios.
En Mitre lo de Gelblung ya asusta. Parece que no logra salir de ese personaje soez y hasta por momentos repugnante que se pasa la mañana puteando a los productores. Un poco viene bien, da risa, pero cuando todas las mañanas el programa transcurre entre las peleas sobreactuadas del conductor con su equipo y para colmo se cuela un servicio informativo tan infectado de “clarinismo”, escuchar Mitre se pone duro…
Es en este contexto que hay que entender porqué los oyentes más jóvenes terminan en La Metro, porque termina siendo más ameno escuchar historias de transas, de flacos infieles que piden una nueva oportunidad, de minitas con historiales sexuales altamente erectantes, que soportar los estiletazos de Daniel López, las puteadas de Gelbung o ese mal gusto producido de González Oro.
Y aquí surge un punto sobre el que me cuesta dar una opinión con convicción puesto que estamos ante mutaciones en cuanto a formato que a veces cuesta interpretar al toque. Digo esto porque provengo de una generación formateada en el show radiofónico de la gran revista, tipo “Rapidísimo” (que aún sigue vigente en las mañana de Nacional con el gran Héctor Larrea). Eso casi ha desaparecido, la radio como productora de sus propias notas, ya no como medio que se monta sobre los diarios y estructura su temática con las tapas de Clarín y La Nación. En eso tuve la buena experiencia de ser parte del equipo de Quique Pesoa en Radio Ciudad desde el 2000 al 2003 y ver cómo se produce un programa con agenda propia, donde salvo los dos o tres titulares excluyentes del día, el resto del material es producción del programa.
Esto no es poca cosa en tanto nos habla de un medio con orgullo y autoestima, capaz de presentarse ante la audiencia como una alternativa con contenidos propios. Esto sería un ejemplo de una radio creativa que es, precisamente, lo que está faltando.
Por eso los premios de la Metro, porque en una radio que sólo sirve para montarse en las tapas de los diarios y mandar móviles allí donde la prensa escrita puso el ojo quizá sea preferible escuchar las historias de los oyentes de la Metro.
Pareciera también que la audiencia más joven en cierta forma le escapa, y con sabiduría, a cierto manijeo de AM donde todo debe contribuir a la mala onda. Fernando Bravo fue un ejemplo consumado anoche cuando con esa cara de culo que tiene, al recibir su premio dijo algo así como:
“En un tiempo de mentiras, nosotros ganamos con la verdad”
Es que hay una radio crispada, que milita para reproducir la mala honda y donde todo es culpa del tiempo K que nos toca vivir. Es frente a esa radiofonía malhumorada que los pibes se refugian con Perros de la calle, con Basta de todo y con el programa que en lo personal más me gusta que es “Metro y medio” (vaya el premio “Tirando al Medio” para Julieta Pink, lo mejor que he escuchado devolviendo paredes en una radio en vivo)
Alguna vez leí al Oyente que con mucha dureza le pagaba a esta radio y en buena medida compartí su crítica. Pero vuelvo a lo que ya escribí más arriba: Lo que define acá es el contexto de mediocridad alarmante que campea en la radio de nuestros días.
Años atrás si una radio era premiada, subían a recibir la distinción tipos de la estatura de Julio Moyano. Anoche, el chileno que recibió el premio por Continental se notaba que es un empleado contable que ha sido enviado por Prisa a manejar básicamente los aspectos administrativos de la empresa…
Ante estas evidencias no está tan mal que una porción importante de la audiencia joven se refugie en propuestas como la de la Metro.
Termina siendo la opción más sana.
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Sigue sin gustarme, pero en medio de lo que hay…
En primer lugar hay que dar un dato importante: Contó Aliverti (y se lo escuché hoy a Enrique Vázquez) que en cuando a llamados telefónicos la votación de la audiencia favoreció notablemente a Radio Nacional pero que en correos electrónicos el voto a favor de la Metro fue devastador.
Esto ya nos da una puntita para el análisis: Evidentemente la franja de audiencia militante y progresista -la que escucha Cooperativa, la 530 y Nacional- se movilizó fuertemente a favor de la Radio Pública, mientras que los sectores más progres de oyentes jóvenes (15 a 30 años) lo hizo en mayor cantidad a favor de la Metro.
Por un lado parece horrible que esta radio gane tantos premios porque eso estaría hablando de un fuerte retroceso en cuanto a la calidad de radiodifusión actual, pero si se hinca más el diente se puede observar que, en última instancia, no está tan mal que los pibes opten por la Metro ante las opciones que hay en danza. Tomemos un par de ejemplos en el terreno de la AM mañanera: Hay que tener aguante para soportar el programa de Víctor Hugo, no por él sino por lo que lo rodea -y por momentos hasta pareciera que lo secuestra- Hay que ser muy macho para soportar a tipos como Daniel López… un operador serial de los intereses más reaccionarios.
En Mitre lo de Gelblung ya asusta. Parece que no logra salir de ese personaje soez y hasta por momentos repugnante que se pasa la mañana puteando a los productores. Un poco viene bien, da risa, pero cuando todas las mañanas el programa transcurre entre las peleas sobreactuadas del conductor con su equipo y para colmo se cuela un servicio informativo tan infectado de “clarinismo”, escuchar Mitre se pone duro…
Es en este contexto que hay que entender porqué los oyentes más jóvenes terminan en La Metro, porque termina siendo más ameno escuchar historias de transas, de flacos infieles que piden una nueva oportunidad, de minitas con historiales sexuales altamente erectantes, que soportar los estiletazos de Daniel López, las puteadas de Gelbung o ese mal gusto producido de González Oro.
Y aquí surge un punto sobre el que me cuesta dar una opinión con convicción puesto que estamos ante mutaciones en cuanto a formato que a veces cuesta interpretar al toque. Digo esto porque provengo de una generación formateada en el show radiofónico de la gran revista, tipo “Rapidísimo” (que aún sigue vigente en las mañana de Nacional con el gran Héctor Larrea). Eso casi ha desaparecido, la radio como productora de sus propias notas, ya no como medio que se monta sobre los diarios y estructura su temática con las tapas de Clarín y La Nación. En eso tuve la buena experiencia de ser parte del equipo de Quique Pesoa en Radio Ciudad desde el 2000 al 2003 y ver cómo se produce un programa con agenda propia, donde salvo los dos o tres titulares excluyentes del día, el resto del material es producción del programa.
Esto no es poca cosa en tanto nos habla de un medio con orgullo y autoestima, capaz de presentarse ante la audiencia como una alternativa con contenidos propios. Esto sería un ejemplo de una radio creativa que es, precisamente, lo que está faltando.
Por eso los premios de la Metro, porque en una radio que sólo sirve para montarse en las tapas de los diarios y mandar móviles allí donde la prensa escrita puso el ojo quizá sea preferible escuchar las historias de los oyentes de la Metro.
Pareciera también que la audiencia más joven en cierta forma le escapa, y con sabiduría, a cierto manijeo de AM donde todo debe contribuir a la mala onda. Fernando Bravo fue un ejemplo consumado anoche cuando con esa cara de culo que tiene, al recibir su premio dijo algo así como:
“En un tiempo de mentiras, nosotros ganamos con la verdad”
Es que hay una radio crispada, que milita para reproducir la mala honda y donde todo es culpa del tiempo K que nos toca vivir. Es frente a esa radiofonía malhumorada que los pibes se refugian con Perros de la calle, con Basta de todo y con el programa que en lo personal más me gusta que es “Metro y medio” (vaya el premio “Tirando al Medio” para Julieta Pink, lo mejor que he escuchado devolviendo paredes en una radio en vivo)
Alguna vez leí al Oyente que con mucha dureza le pagaba a esta radio y en buena medida compartí su crítica. Pero vuelvo a lo que ya escribí más arriba: Lo que define acá es el contexto de mediocridad alarmante que campea en la radio de nuestros días.
Años atrás si una radio era premiada, subían a recibir la distinción tipos de la estatura de Julio Moyano. Anoche, el chileno que recibió el premio por Continental se notaba que es un empleado contable que ha sido enviado por Prisa a manejar básicamente los aspectos administrativos de la empresa…
Ante estas evidencias no está tan mal que una porción importante de la audiencia joven se refugie en propuestas como la de la Metro.
Termina siendo la opción más sana.
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19 comentarios:
No te enojes por la corrección pero Fernando Bravo tiene "cara de culo operado" (como el de Manzano, ¿viste?).
Dicho sea de paso, eso fue lo único que me revolvió el estómago durante la noche de ayer. Decí que cuando le dieron el premio a Juan Carlos Mesa se me vinieron a la cabeza tantos sketchs (muy buenos y muy graciosos) que el gordo protagonizara con Rina Morán allá por mediados de los 80, que eso pudo contra la mala onda del Forro Bravo.
CAPUSOTTO y SABORIDO ganaron sendos premios. Y ESO ESTÁ MUUY BIENNNN.
Lo que dijo F. Bravo fue: "Si queres que te crean, deci la verdad".
Y me dejo pensando. Y tiene razon.
Pero es la razon que puede tener un quinceañero que te habla del amor (puro, eterno, etc.)
Fernando es asi, se cree lo de la verdad absoluta.
Igual, lo veo honerto, cuando ve que se equivoca lo dice y suele reconocer cosas que otros evitan mencionar si no aporta a sus intereses.
Eso lo dijo antes de expresar lo que está en el post y a mí no me dejó pensando: Si escucho a Eduardo Feimann decir "si no querés dar olor a chivo duchate todas las mañanas" también voy a coincidir.
No era elogioso precisamente mi comentario.
El empezar el comentario diciendo "Lo que dijo FB es..."
me predispuso mal, perdoname. Al decirlo así es como que estás expresando que no dijo lo que está en el post.
Al poner vos "dijo algo asi como..." me dejaste con la duda, entonces puse lo que realmente yo recordaba, la otra parte puede ser que no la haya registrado yo (a esa hora de la noche no me extraña).
Todo bien, Santix.
Saludos
verdaderamente que como lo planteas vos gerardo está bueno que haya ganado la metro. Pero hubiese estado mucho mejor que la Radio Nacional hubiese arrasado con los premios. Abrazo
Ojo... los mp3/celulares nuevos no tienen AM. Eso incide tambien en que los jovenes no le den bola.
El sabado Aliverti dijo que no le gustaba nada de nada como vinieron los premios Eter.Pero como el publico eligio lo que eligio,asi quedaban.
Saludos
Gano el ETER Capusotto. El gorila de Fernando Bravo. Y el muerto discriminador de Fernando Peña . La esquizofrenia argentina a full. Los que llaman al programa de Bravo son los que carga Capusotto en su programa, Micky Vainilla es la encarnación de Fernando Peña, con lo que hizo con D´Elia lo único que le faltaba que diga "yo solo hago radio"
Quilmeño: Vázquez contó hoy que Aliverti dijo que están pensando en modififcar el sistema matemático que utilizan para computar votos pues hasta ahora le daban más porcentaje a los e-mails que a los llamados telefónicos. La cosa venía que con los llamados, Radio Nacional venía fuertísimo, pero en los últimos días hubo un tsunami de e-mails a favor de la Metro que arrasó con todo.
De todos modos creo que esto refleja una tendencia.
El problema no es lo que vota la gente sino las opciones que tiene ¿No te parece?
Coincido en que si bien la Metro no es lo ideal es, en términos generales, de lo mejorcito que hay.
Yo escucho mucho Nacional, pero por ejemplo, acá en el centro escuchar AM es casi imposible. Entonces muchas veces termino en la Metro que, así como muchas veces es una forrada atómica y a Andy K. me dan ganas de acogotarlo con sus auriculares, el viernes andaba por San Justo, y se me ocurrió escuchar la radio en mi celular (cosa que nunca hago) y como AM no tengo, está sintonizado en la Metro. Y me encuentro con la sorpresa de que el que estaba hablando era Osvaldo Bayer, sobre el exterminio de los indígenas en la Patagonia, sobre la Patagonia Rebelde y en fin, sobre toda esa historia que para muchos -muchísimos- de los habitantes de este país es una historia desconocida.
Y entonces me dije: y bueno, tan mal no está la Metro.
Gerardo: yo soy nacional y popular, tengo más de 30, y pese a eso escucho la Metro. Me parece que de lo que hay en el dial, es lo más interesante, como decís vos. La AM francamente me aburre. Estoy de acuerdo con que los de La Metro son programas frívolos, pero también ahí se pueden escuchar cosas interesantes, como por ejemplo un tipo como Federico Luppi, raleado de los grandes medios comerciales, dando una entrevista de una hora. Creo que el panorama radial y lo que muestran estos premios es que hay mucho para trabajar -y a partir de la ley de medios es posible- para recuperar la libertad y la creatividad que había, por ejemplo, en los '80. Un abrazo.
Resulta difícil sintonizar las emisoras (especialmente las AM) en el centro de Mar del Plata. Solo se pueden escuchar bien a través de Internet, opción que mucha gente desconoce.
Además, la mayoría de las FM locales no son más que repetidoras de la cloaca oligopólica.
Hace un tiempo escuchaba Radio Residencias hasta que un día escuché ciertos comentarios fascistoides de los oyentes (que los K son nazis y, a la media hora, que son judíos) y luego la voz de Nelson Castro. Entonces pensé que había entrado en otra dimensión o que me había convertido en un personaje de un cuento fantástico.
Parece ser que ahora tienen mejor programación, claro que siguen siendo una repetidora de Radio Del Plata.
Metro tiene un programa ómnibus de 11 horas. El combo Andy-Matías-Wainraich es muy homogéneo. No hay ruptura. Se hacen fuertes desde la mesa y las notas son un complemento. Prácticamente no pasan música. Las pocas canciones y la larga tanda interrumpen la dinámica del programa que pasa por la química entre los conductores. Pero nadie los escucha por la música. Te obligan a quedarte 5 minutos en el auto hasta terminar de escuchar un reportaje (Luppi en Basta estuvo genial), una anécdota autorreferencial de Andy o el relato hot de una pendeja de 20 que sueña con un trío de mujeres. Los bloques iniciales (a la Pergolini) duran como una hora y ahí te quedás enganchado. Me parece que ese es el secreto de Metro. A mí, por razones más que obvias, me gusta Basta de Todo. Aunque parezca todo improvisado, hay un orden y un esquema de producción que se respeta. No escuché Metro y Medio. Y Andy depende de cómo se levante, como Robert Smith a la hora de componer para The Cure...Tienen sus blogs y seguramente desde ahí se potenció la votación vía Internet. Pero, sin dudas, es la radio más homogénea de todas. Hasta podrías cambiar los programas de horario...
Muy buena tu observación, JPV, comparto.
en un país desigual , donde los q tienen acceso a internet es una minoria . Los mayores de 45 analfabetos en computacion , les queda el telefono solamente .Donde cambío la forma de escuchar , si tienen hijos entre 15 y 30 tienen q darse cuenta lo q ellos escuchan en la actualidad , y muchos temas más , hace que la fm entre en el mundo de los jovenes .Aparte el futuro es de la fm .Rodo
Metro, la peor musica de todas la radios, despues de la cumbia
Mariano
Hasta que la votación no salga como queremos no vale
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