Los spot radiales y televisivos que se están escuchando en el dispositivo mediático revelan que definitivamente los propietarios de medios están convencidos que sus audiencias son una manga de infradotados. Porque de otra forma es imposible pensar que alguien pueda suponer efectivamente que esos mensajes resulten creíbles.
Por supuesto que habrá un sector de la audiencia, como las tías de Mendieta y Lucas, que sin duda serán influenciables, pero no creo que a ese gran porcentaje de oyentes y televidentes que hacen uso de su inteligencia y aún se enorgullecen de tener independencia de pensamiento le hagan alguna mella estas propagandas vetustas.
Los oyentes de esas radios debieran tomar medidas porque se les está faltando el respeto con alevosía. En mi caso, hace rato que he dejado de consumir esas emisoras porque sé que no me informan, que me mienten y que además, me ponen muy nervioso.
Todos aquellos que sientan que les están tomando el pelo deberían tomar la medida más drástica que hay en estos casos: mover el dial, buscar otras emisoras que por lo menos respeten al oyente.
En mi caso hubo una época (y lo conté en la primera época del blog) que directamente desistí de escuchar radio por la mañana. Un buen día estaba lavándome la cabeza y Nelson Castro (aún en Del Plata) se mandó una de sus típicas peroratas y al toque comenzó a sonar una publicidad del Dr. Nitoski...
Exploté. Me dije que nadie me obligaba a soportar esa agresión, que no tenía arreglo si me iba a seguir exponiendo a que la radio me cagara las mañanas y por ende los días. En ese momento, con el shampú hacierdo gorgoritos y las manos enjabonadas empecé a manotear para apagar la radio hasta que cumplí mi cometido. Créanme que por un tiempo largo no prendí la radio al levantarme y mis mañanas mejoraron. El gordo Oscar Raúl Cardozo me amigó de vuelta con la radio tempranera cuando hacía "Primeras luces" junto a Marcos Cittadini y Fernando Piana en Radio Nacional y así, de a poco fui volviendo a prender la radio al levantarme, aunque hay muchos días que la dejo apagada. Me pasa que provengo de un pueblo, de una familia y de una época donde la radio era irreemplazable si uno quería estar al tanto de lo que pasaba en el mundo. Mi vida, entonces, no se puede contar sin la radio sonando ahí abajito. Entonces me pasa (me pasaba) que me resultaba impensable el vivir sin la radio prendida (como en una época despertar sin el diario bajo la puerta)
¡Pero se puede!
Se puede vivir sin el diario y con la radio apagada, o encendida sólo lo necesario. Y si hay una sola cosa que tolero por obligación es escucharlo a Costa Fevre para sufrir con mi riverplaticidio. Eso es lo único que hago a desgano, porque ya sé de antemano a lo que me expongo...
Es que la costumbre nos hace creer que no se puede vivir sin la radio y es una gran mentira. Es bueno apagarla y mucho mejor aprender a detectar cuándo nos empieza a joder el acto mecánico y cotidiano de escuchar radio. En mi caso, busco hasta que encuentro alternativas al discurso insoportable del dispositivo mediático. Recomiendo caminar el dial porque se encuentran opciones incluso para aquellos que les da "cosita" escuchar, por ejemplo, Radio Nacional o Cooperativa. Ahí está Juán Pablo Varski, por ejemplo, haciendo un excelente programa en la primera mañana de la Rock and Pop, o Mario Giorgi con todo su profesionalismo en las primeras mañanas de los sábados y domingos en Radio Del Plata. Ahí está ese tipo genial pero que me pone muy nervioso que es Gabriel Levinas -insospechado de oficialista- haciendo "No hacemos falta" entre las 16.30 y las 17.30 en Radio Cooperativa.
Nadie te obliga a escuchar cosas que te jodan. Probá caminar por el dial que vas a encontrar programas que te hagan bien.
O apagá la radio por un tiempo.
Desenchufate.
Vas a ver que no sólo no se acaba el mundo, si no que incluso tu cabeza mejora.
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12 comentarios:
totalmente. en casa hace seis, siete años que dejamos de ver tele, nada de nada: no teníamos cable y no fue tan difícil lo primero fue sacar el aparato de la cocina y ya lo demás fue más fácil. te digo que es increíble cómo te desintoxicás, realmente. lo mismo con respecto a las emisoras cómo cadena 3 o mitre. nbo dejás de estar "informado" por no ver o escuchar esas emisoras empezás a ejercer tu derecho a elegir sobre qué querés estar informado
Gerardo: A mi también me sorprende la violenta irracionalidad, por no decir, alevosa intencionalidad desinformativa con la que estos tipos te mandan sus publicidades día tras día. Está claro que ninguno puede creer que alguien con 2 dedos de frente les va a dar bola, aunque sí creo, hay muchos que carecen de esa limitación craneal. Ojo al piojo. Sin embargo, creo, que lo que están buscando es que alguien "haga algo" para victimizarse. la pretención, es, me parece, hacerle pisar el palito a alguien del gobierno para mandarse la parte en caso de que se los pretenda censurar o limitar en delito de lesa información que están perpetrando. No hay que ser tan tontos, y adoptar cierta postura zen al respecto. Mamársela, como quien dice. un paso en falso puede hacer volar todo por el aire.
Hace tiempo - mucho - laburé en una radio, lo mío era la discoteca y elegir la música de 18 horas de programación. Elegir en función de mi buen o mal gusto con la única consigna de no repetir.
Muchas planillas que tengo entendido se usaban para determinar pagos de derechos de autor en función de lo que se mandaba al aire.
Eso no existe más, la música que se pasa, se pasa en función de lo que se quiere vender y la idea de que un tipo elija por la suya no va más. O sea, minga de "libertad".
Ahora, para variar, el eje de la campaña anti-ley se basa en mentiras, la de la música es una de ellas, no se pasa "tu música" ni la de Pedro ni la de María, se pasa la que nos dicen que pasemos, nos pagan para que pasemos y de "libertad de elección" andá a quejarte en los altares del dios "Mercado".
Tal vez lo mío sea desconfianza congénita pero nunca creí que los medios nos respeten, son vulgares máquinas de vender y sólo a veces venden productos de calidad.
La grosera falta de respeto actual, está en sintonía con el nivel de desesperación de algunos; casualmente esos medios que hablan de que "van a desaparecer" cuando lo cierto es que el verbo que corresponde es; vender, ceder, transferir, entregar, etc.
Disculpa Gerardo, pero Levinas es un deshonesto intelectual, ha estado casi 1 año defendiendo a los sojeros de una manera maníaca-obsesiva , retorciendo la realidad o empujando a los invitados para que digan lo que él quiere escuchar. Lo dejé de escuchar, no sé si sigue con la misma historia, pero me desilucionó. En un momento comentó que tiene una amiga sojera , entonces pensé que quizas le pase algo de plata para sostener su programa en radio Argentina, no sé pero su obsesión es insoportable¡¡No lo recomiendo
Convengamos, Don Fernandez, que son varios los que quieren tomar a los demás como idiotas. Porque la repentina preocupacion por "la ley de la dictadura" del oficialismo y sus amigos, las declaraciones antimonopólicas, las resurrecciones del ideario emancipacionista, las radios para la sociedad civil, la libertad de la palabras, el #ahora el poder lo tenés vos" y otras sandeces, también toman a las personas como inbéciles.
Y me tomo de su argumento central en la entrada para decir que usted tiene razón, que en el caso de las opciones comunicacionales siempre hubo, y espero habrá, posibilidades de cambiar de dial, de canal, de diario. Donde no hay ninguna posibilidad de cambiar es, por ejemplo, en las telefónicas, monopolio que no parece preocupar a los progresistas cercanos al Gobierno.
Liberal: El tema de las telefónicas creo que merece un tratamiento un tanto más desapasionado que el que usted propone ¿no le parece?
Su mensaje parece desnudar su vacío conceptual ante las evidencias del momento político que vivimos. Mucho me temo que se ha quedado momentáneamente sin discurso, liberal. Porque el timming con que el gobierno articuló consenso parlamentario y extraparlamentario ha dejado a muchos en medio de un gran desconcierto. No casualmente en la última semana sus comentarios han bajado notablemente el nivel y hasta ha llegado a realizar una defensa paupérrima del nefasto narcisista de Bonasso.
Amigo Fernandez, lamento que mis comentarios no les merezcan el mismo respeto que a mi los suyos. Si le interesa, podría decirle que mi baja de participación remite bastante al aburrimiento, tanto sus entradas como los comentarios en relación con el tema de la Ley me parecieron pobres y como no es mi intención polemizar, me quedo en el molde. Y, por favor, no me venga con tonteras del estilo ..."El tema de las telefónicas creo que merece un tratamiento un tanto más desapasionado que el que usted propone ¿no le parece?..."
Sólo extremos de hipocresía, como los habituales en este Gobierno pueden sostenerse desde ese argumento. Vacío conceptual, me he quedado sin discurso, mire usted. La verdad es que pensé que se despertaba mejor los domingos, creo que nunca falté el respeto desde los comentarios y nunca puse en duda ni su honestidad intelectual ni su buena intención. Parece que no es suficiente como para tener un trato similar, con diferencias pero con respeto.
Bueno, veamos ¿Qué propone usted para el tema de las telefónicas?
Espero su aporte.
No me toree inutilmente Fernandez, indudablemente esa no es ni su misión ni la mia, pero le propongo que acerque a su Gobierno un proyecto popular de Ley antimonopolios y de transparencia en el ejercicio del lobby, a ver cómo lo tratan.
No lo toreo, simplemente le pido una opinión respecto a qué hacer con las telefónicas ya que usted fue el que trajo el tema.
No huya y escriba que es domingo y sobra tiempo. Vamos!! usted puede...
no le parecerá poco, supongo. Pruebe, dele, acerquelé a los amigos del gobierno esas breves ideas. Desmonopilización de todos los sectores y transparencia en el ejercicio del lobby, empresarial y estatal, vamos, animesé y después me cuenta.
Liberal, de la confianza no vive el hombre. Basta del tema de la sospecha, hartan, vivan una vida normal por favor.
Opositores apoyan esta ley de medios, en la 125 argumentaron que estabamos solos, que no nos bancaba nadie, que no escuchabamos. Acá lo que nadie puede decir es que no se escucha a los demás. Los que no salen de su postura cuadrada con cuatro o cinco items (telefónica, autoridad de aplicación, ejecutivo, Kirchner, 10 años) que habla mas de la alienación que tienen, que de la ley en si misma. Ni siquiera saben lo que quieren, repiten lo que dicen Bullrich, Solanas o Bonelli.
Respecto al tema del post, estoy enteramente de acuerdo.
Al igual que ram, siempre me molestó la hipocresía de los grandes medios, siempre me parecieron basura, no me banco al tipo con el micrófono diciendo que es igual a mi, porque no es igual. Igual sería si yo también tuviese un micrófono, y si Atanor me pusiera guita para decir lo que digo.
La verdad, que actualmente me informo con los blogs y canal 7, y estoy por lejos mucho mas informado que antes. El diario siempre fué 90% basura (al menos Clarín), rellenan porque tienen que cumplir. Ahora directamente es comparable a Revista Gente, ni siquiera informa, es 99% basura. Y el 1% se lo llevan Sendra y Caloi, supongo.
Los medios televisivos y radiales son objeto continuo del análisis bloguero, quedan al desnudo de una forma que en esos mismos medios no se ve.
La realidad se lee acá, en los blogs, o en las radios y medios mas chicos, sean oficialistas o no. Y está lejos de ser un "diario de Yrigoyen", justamente porque existen los "liberal argentino".
No solo es saludable dejar los grandes medios, también es positivo para el conocimiento, lo único que hacen TN, C5N, Continental, Mitre y toda esa basura es propagar falacias.
Saludos.
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