Cuando se mueren figuras como Mario Benedetti me pasan cosas raras. Sabía que se avecinaba su final, su avanzada edad no daba muchas esperanzas.
Ayer por la tarde tomé la noticia con cierta naturalidad, como algo previsible, esperado. Pensé en escribir algo y me dije que no, que ya otros lo harían, que en definitiva el lunes el mundo entero hablaría de Mario y que como me dijo Nano Herrera cuando murió el gran bajista Ray Brown, “la cosa es acordarse de estos tipos cuando están vivos”.
Algo de razón tenía Nano. Porque hoy se suben al cortejo más de uno que la verdad…
Pero no hay caso, no pude resistirme a dejar un testimonio sobre la significación de este ser maravilloso en mi vida.
Benedetti es sencillamente uno de esos referentes intocables para mi generación, el inventor de textos aleccionadores, de frases cargadas de una contundencia demoledora.
Cuando alguna vez leímos o escuchamos en su voz:
vergüenza tener frío
y arrimarse a la estufa como siempre
tener hambre y comer”
que escribió cuando se enteró de la muerte del Che, se nos aclararon en un santiamén muchas ideas.
En lo personal, lo que más me pegó fue
“Cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos”
Sin duda porque descubrí esa canción a los 22 años, en esos días donde marchábamos junto a las madres y los organismos de derechos Humanos por lo menos una vez a la semana, allá en el lejano 1983.
Benedetti ya estaba cuando uno empezó a crecer y conocer el mundo, lo mismo que Galeano, que Serrat, Zitarrosa, Tejada Gómez y tantos más. Uno fue aprendiendo de ellos, uno fue formándose una idea del mundo, del hombre y de la sociedad con estos tipos. Mi primera fuente de conocimiento fueron sin duda las canciones populares. Escuchándolas fui tomando conciencia de cómo era el mundo y qué había que hacer para cambiarlo. Ahí, en ese momento es donde aparecieron “tíos” como Mario Benedetti que cual viejos sabios de la tribu nos fueron transmitiendo sus saberes.
La mañana está pesada, lluviosa, más que lluviosa está pegajosa, una porquería mire. Seguro que es una mala jugada de la naturaleza, que se decide a conspirar justo hoy, cuando tenemos que ponernos la semana en la mochila sabiendo que Mario ya no está, aunque estén sus libros y su voz en la casa, en la radio y en Internet.
Pero él no está, no está más.
Es difícil a hacerse a la idea.
lunes, 18 de mayo de 2009
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7 comentarios:
Por esa cuestión que cada uno lo toma de manera diferente, sin dejar de sentir un agujerito en el alma, lo recuerdo con una sonrisa.
Se va un groso, un referente, como titula el post.
Es verdad, se fué un gran tipo, auqnue un escritor menor también, adecuado a las sensibilidad de quienes no tiene demasiadas lecturas encima.
De todos modos, una pena, mas que un buen escitor era un buen tipo y un referente de militancia sostenida.
Dionisio
querido Gerardo,
Los hipócritas no nos roben los homenajes sinceros!!!
Cada vez que ocurre una muerte significativa, procuramos tomar distancia de los modos hipócritas y buscamos encontrar la fórmula para expresar nuestros sentimientos sin parecernos a ellos. Hagámoslo, con orgullo.
"Un montículo de tierra sobre los restos mortales de un hombre, fue el primer monumento humano" El ser humano se constituyó por la conciencia, y la conciencia empezó por reconocer la finitud de la vida. Decir con tristeza adiós al que se va, es un acto que nos constituye en humanos.
"La vida, en los estrechos límites que la naturaleza ha asignado al hombre, es pasajera. Pero la especie humana se perpetúa hace mil siglos, dejando tras sí, entre el humo de las generaciones que se disipan en el espacio, una corriente de chispas que brillan un momento, y pueden, según su intensidad y duración, convertirse en luminares, en llama viva, en rayos perpetuos de luz, que pasen de una a otra generación, y se irradien de un pueblo a otro, de un siglo a otro siglo" "Hay, pues, una inmortalidad humana que se adquiere por el genio."
No somos ajenos a un fenómeno tan extrordinario como la inmortalidad del genio. El día en que el genio abandona la vida física, le hacemos homenaje a su vida que se ha cerrado para inmortalizarse, y por extensión para dar sentido a todas las vidas que no tenemos ese mismo genio.
El dia en que muere un genio, contemplamos absortos cómo la vida se alza sobre la muerte, cómo la sepultura no sepulta la trascendencia humana.
(las citas con comillas, son del discurso de Sarmiento en la inauguración de la estatua de Belgrano que está en la Plaza de Mayo)
Muy bueno lo que escribiste y también me encontré en el mismo dilema desde ayer a la noche.
Más allá de todo, te recomiendo el Página/12 de hoy, es uno de esos diarios que vale la pena guardar por los años...
Un abrazo y cuidate
Se fue un grande de las letras latinoamericanas, se nos fue Mario Benedetti, sus obras estuvieron en las retinas, a través de películas como El lado oscuro del corazón y en las gargantas por Todavía cantamos, de todos los pueblos que aman la libertad. Cuando los grandes se van, no se van del todo, nos dejan su obra y ésta nos acompañará siempre. Ah! y en mi historia personal como lectora se encuentran también los clásicos...fue una buena persona y también... un gran escritor. Hasta pronto maestro. Melan.
Y qué bien que decía sus poemas!!
caray, Anónimo, ¿qué es ser "un escritor menor"? Ser "adecuado a la sensibilidad de quienes no tienen demasiadas lecturas encima", ¿Será eso, o será todo lo contrario?
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