miércoles, 8 de abril de 2009

La pasteurización de Alfonsín

Como tanta gente de mi generación me crié bebiendo leche pura, levemente rebajada con agua. Leche con mucha grasa y un fortísimo olor por momentos no demasiado agradable. El paso del tiempo y las transformaciones en la industria lechera me han llevado a beber un líquido viscoso que poco tiene que ver con aquella leche que con mi viejo ordeñábamos en la quinta o como la que el lechero Jorge Rodi dejaba tarde a tarde en el hervidor que mi madre ponía en el zaguán con un papelito que decía “2 litros”. Esta leche que bebemos ahora viene sin grasa, sin olor y virtualmente sin sabor. No le quedan muchos atributos más allá de la denominación que la emparenten con la leche de medio siglo atrás.
Con Raúl Alfonsín viene pasando algo parecido: Se nos está mostrando un líder político que en poco y nada se parece al dirigente fervoroso, calentón y por momentos visceral que supo liderar una etapa traumática de la vida política argentina. Este Alfonsín que se nos muestra desde innumerables revistas y suplementos viene sin olor y sin sabor.
Es notable que cuando desde los medios masivos se consuma exitosamente la reconversión de una figura pública o un hecho histórico determinado, cualquier otra mirada, aunque sea mucho más fiel a la verdad histórica será entendida como “manipulación”.
La muerte del líder radical desató una campaña sin antecedentes en la política argentina. El multimedios Clarín puso todo su andamiaje para ofrecerle a la sociedad un Alfonsín sometido a tanto reproceso que su resultante es un ex presidente desabrido, inoloro e incoloro que poco y nada tiene en común con el que conocimos los argentinos durante más de 40 años.
También asombra lo endeble de la memoria colectiva que se revela incapaz de contrastar o al menos disentir con este producto que se le impone mediante el uso abusivo del poder de fuego mass mediático. Llama la atención que una generación que convivió durante años con una figura tan fuerte como la de Alfonsín, ahora no dé muestras de disenso cuando se le muestra una caricatura de lo que en rigor fue el ex presidente.

Este reprocesamiento de Alfonsín dispara hechos insólitos como que, por ejemplo, acabo de recibir uno de esos típicos comentarios anónimos lamentando que la televisión manipule la figura de Raúl Alfonsín, en referencia al programa de anoche donde se emitieron las imágenes imperdibles de la vez que pidió el uso de la palabra para responderle a monseñor Medina y el ya famoso discurso en la Sociedad Rural.
Estos dos momentos del ex presidente, junto a aquél otro cuando le respondió a Reagan por fuera del protocolo, conforman quizá parte sustancial de su genética política, pero resulta que la pasteurización del Alfonsín llegó tan lejos que cualquier evocación de su costado peleador será interpretada como una mirada tendenciosa y desprovista de rigor histórico.
La sola emisión de esas escenas es interpretada como una manipulación.
Todo un dato de época.
Una época donde la realidad va disputando, y en franca desventaja, veracidad con las construcciones mediáticas y donde en muchos casos, las imágenes que ofrecen las pantallas multimediáticas se imponen como “La verdad” indiscutible, archivando tapes, libros, diarios y revistas en arcones que ya nadie revisa.
Alfonsín fue lo que Clarín dice que fue.
Y los que sostegamos otra mirada seremos tildados de manipuladores, aunque los libros, los datos y los documentos públicos nos den la razón.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Gerardo, el verdadero Alfonsín, estaba "muerto" mucho antes del velorio oficial - usted se acuerda de cuando era más o menos un estorbo, para muchos de ésos que lo lloriqueaban en cámara.
Y el resucitado y pasteurizado es Heidi, como corresponde a los intereses de los lloriqueadores y sus titiriteros.
También es Heidi el otro difunto polìtico que, por supuesto, nunca se enteró de los muertos que hizo matar; fernandito el siestero inocente.
Hablando de fiambres, ¿Se murió carrió? porque hace un par de días que no la veo, no la escucho ni leo sus sabias palabras. Capaz que ya dejó de ser útil, no? - ¿Se animará el cletito a levantar semejante cajón?
Saludos.

ram

Anónimo dijo...

La televisión pública no cesa de querer sacar provecho de la muerte de Alfonsín, hace lo mismo que Clarín pero para beneficio K.
Si ponen el canal de la escarapelita, en cada corte publicitario hay un "Homenaje al demócrata" y hubo un programa especial anoche y otro esta noche.
La manís "biutre" de alimentarse de cadáveres es general a la cultura nacional. Esta gestión no escapa a esa fruición y describe a modo de cliché, todo lo que hasta hace poco no se podía decir abiertamente de Alfonsin.
Una campaña en serio.

Víctor

Anónimo dijo...

Enstoy persuadido que hubo muchas ausencias en la canonización del ex presidente.
¿Que fue de la famosa "secretaria" del ex presidente?

Andrés el Viejo dijo...

Como los pollos, Gerardo. Antes comíamos pollos que tenían la carne más oscura, más magra, más consistente y más sabrosa. Ahora vienen unos bichos pálidos, llenos de grasa, blanduzcos y con sabor a nada. Nunca me gustaron Alfonsín y su gobiernos, pero esta imagen babosa no le hace justicia.

pepesubizar@yahoo.com.ar dijo...

don andrés sea un poco más respetuoso con los muchachos de river no sea que don gerardo se ofenda. En cualquier momento los pastores le compran el monumental para poner un "Pare de sufrir".

don gerardo, ¿hoy podremos hacer la bloguera de 20.45 a 21.45, que 21.50 juega el glorioso pincha?(tenemos sabella para rato)

a mi también lo que más me asombra de todo es "lo endeble de la memoria colectiva que se revela incapaz de contrastar o al menos disentir con este producto que se le impone mediante..." el manejo mass mediatico (o no). Hay un espacio social que es como la leche contemporánea. no hacen nata con nada.

es como dice mi mujer. nuestra sociedad es mayoritariamente orwelliana: parece salida de "1984"

abrazón,
pepe subizar

carlos dijo...

Totalmente de acuerrdo con Andrés.
Y me parece no positivo la manipulación de canal 7 de los videos de Alfonso en la rural.
No se avanza en ese sentido, más que nada se confunde.

Gerardo Fernández dijo...

O sea, Carlos, que emitir los discursos integros de Alfonsín es manipulación...

Anónimo dijo...

Hay gente a la que no le gusta que intenten mostrarle que las cosas no son como a ellos les dicen que son. Y como prefieren creerlo. Los entiendo porque en una epoca de mi vida me pasaba lo mismo.
Ahora, desde cuando puede ser manipulación que te muestren un video completo de un discurso para que vos mismo lo puedas juzgar y no necesites que los periodistas como Lorena Maciel o Juan Micheli te lo traduzcan y expliquen.
Esta gente (gente en el sentido de clarin, gilada en el de Aliverti, etc), como dice Sartori son Homo Videns, ya ni piensan.
Además, el programa de hoy va a tener la participación de Mariana Moyano, docente de la UBA, una académica de excelencia del ámbito de la comunicación. Claro que estos señores que hablan de "manipulación" por parte de la televisión pública son los que se dejan manipular por una torpe obtusa como Sandra Borghi y dicen como el tal Moreno de Radio Mitre, que los intelectuales les dan ganas de votimar.
Miren canal 7 esta noche, Señores, no les va a pasar nada. Yo a veces me banco a Morales Solá. Luego podrán vomitar y criticar, pero también, quizás por qué no, podrán aprender algo.

Muy bueno su blog Gerardo

Una ex radical que todos los días bucea en la blogosfera peronauta lo saluda
Gaby

un liberal argentino dijo...

Sr Fernandez, me obligo a escribir, y en mismo sentido que usted expone. Es realmente increible y falso de toda falsedad ese esquema con el que se pretende expresar la figura de Alfonsin. Si el Dr. Alfonsín llegó lejos, en la política, en la construcción democrática y en la presencia popular, es justamente por lo contrario, por haber asumido inteligentemente los conflictos que la construcción de una democracia requiere.
Diría más, su audacia residió, siempre, en medir la intensidad de esos conflictos sabedor que una totalización de los mismas resume pocas expectativas colectivas. Junto con el enorme dispositivo sentimental e intelectual que Alfonsín desplegó siempre para entender y comprender la relación entre la práctica política y los ciudadanos, sin pelearse contra los que detestan la poítica y sin dejar de lado nunca la dimensión docente, éste tratamiento de las tensiones fue el gran atributo democrático de don Alfonsín. Desde mi punto de vista, esta pasteurización que usted denota termina marcando, en realidad, la estatura de la patria, una imposibilidad concreta de mirar criticamente procesos político sociales, una moderación absurda y negligente de los verdaderos conflictos de una sociedad y una clase política lamentable, abominable que le saca lustre al cajón del lider porque por más que se refiegue no podrá brillar con luz propia.

facinlaburo dijo...

cita del post:
También asombra lo endeble de la memoria colectiva que se revela incapaz de contrastar o al menos disentir con este producto que se le impone mediante el uso abusivo del poder de fuego mass mediático. Llama la atención que una generación que convivió durante años con una figura tan fuerte como la de Alfonsín, ahora no dé muestras de disenso cuando se le muestra una caricatura de lo que en rigor fue el ex presidente.
fin de la cita.

Podría ocurrir que ese disenso existiera, pero en ese caso seguramente el DMO no se haría eco de él.
Dicho de otro modo, ojalá no tengas razón en esto.
Saludos.

Anónimo dijo...

La realidad es lo que publican los medios, los medios son fachos, la realidad es facha y la gente traga sapos a lo pavote. Esta es una posibilidad que yo creo medianamente acertada.
Para mí Alfonsín es un tipo discutible que me provoca sentomientos muy encontrados, pero seguro q no es el viejo nabo que nos venden, esa especie de Gandhi burgues que pide paz a lo tonto.
Pero bueno, la realidad es lo que dicen los medios y Alfonsín lo que dice Clarín. Y probablemenmte esta sea la manera de q Cobos o cualquier otro aguachento candidato de la derecha mediática-chacarera-eclesiástica, pueda verse como un líder. Limar todas las asperezas y matices de Alfonsín hacen que los Cletos parezcan posibles en la comparación.

rinconete dijo...

El mejor Alfonsín no fue el ¨hombre del consenso y del diálogo¨ que pusilánimes como Cobos o Morales tratan de rescatar.

La decisión de juzgar a los responsables de la dictadura a través de la justicia ordinaria y no de una comisión bicameral como preferían los organismos de DDHH y la propia envergadura del juicio (que superó las expectativas de quienes lo apoyábamos) fue decisión política de él, no una decisión consensuada con sus pares. La ley de divorcio no fue conversada con la iglesia que, escandalizada, anunciaba el fin de la familia. Y la decisión de dejar de competir con Brasil para ver quien podía invadir a quien fue también resultado de una decisión fuerte, no de agua tibia conversada.
El peor Alfonsín fue el de la negociación permanente, el de los operadores que reemplazaron la política.

En democracia lo que se tiene que consensuar son los sistemas que rigen las instituciones. El resto se decide por mayorías.

Rafa dijo...

"...o como la que el lechero Jorge Rodi dejaba tarde a tarde en el hervidor que mi madre ponía en el zaguán con un papelito que decía “2 litros”."

Ah bueno, esto va a circular entre mi familia política!!

Un abrazo.

Unknown dijo...

Vivenciamos la construcción de la historia que realizan los grupos de poder económico, lo que espero es que alguien rescate y documente para enseñar en las escuelas los aspectos que se nos ocultan. En el secundario estudié una historia tan aburrida, tan pasteurizada como Alfonsín ahora.
Hoy leía en Jung "el planteamiento correcto de un problema es ya la mitad de su solución", no es casual la pasteurización, comprender nuestra historia, identificar las causas de nuestro males nos ayudaría a resolver nuestro presente. A estos manipuladores les conviene que todo siga igual.

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