Van der Kooy, un hombre en llamas

Debe ser duro tener que escribir por obligación, porque no hay otra forma de entender esta sucesión de párrafos inconexos que bajo el título “Los Kirchner, tras otra victoria que tendría más costos que beneficios” firma hoy Eduardo Van der Kooy en Clarín.
La nota es de una pobreza asombrosa, con un agravante: Van der Kooy, se nota, busca argumentos en el fondo del frasco, pero la cuchara sale vacía.

No hay nada.

Con el párrafo que a continuación transcribo lo confiesa:

“La sociedad desconfía ahora, con seguridad, de la inopinada e inconsulta determinación del Gobierno, pero carece de convicción y de argumentos sólidos para defender los beneficios de la jubilación privada”

¿No te parece que está poniendo en “la sociedad” “su” desconfianza? Es llamativo eso de “inopinada e inconsulta determinación del gobierno”.
¿A quién debió consultar el gobierno?

Vamos Vander, arriesgue, juéguese, a quién, a quién...

Luego entra en el terreno de los diputados díscolos dentro del bloque del FPV y nuevamente, cuál niño empedernido busca y rebusca en el fondo del envase del postrecito, pero vuelve a sacar la cuchara vacía.
Sólo encuentra a Felipe en su Sola precandidatura para el 2011 y descerraja un parrafete que a mí me daría vergüenza:

“El kirchnerismo podría sufrir, de ese modo, otro desgajamiento de los tantos que ha padecido desde que estalló el conflicto con el campo. El kirchnerismo sigue detrás de duras batallas políticas que, en el mejor de los casos, le permiten alcanzar victorias a lo Pirro”

¿Qué desgajamiento, Van der Kooy? ¿Acaso Felipe Solo no rompió ya en la previa a la votación por la 125?
¿Se puede ser tan deshonesto como para falsear de esta manera la realidad?
¿Se puede subestimar tanto al lector como para suponer que no sabe que Felipe está Solo hace meses?
Luego dice que el kirchnerismo en el mejor de los casos consigue victorias a lo Pirro...
Justo cuando el oficialismo, dando muestras de haber aprendido la lección en la disputa por la 125 y merced a las reformas introducidas, logró acordar con el socialismo, el SI y Charles Bronson, entre otros, el editorialista principal de Clarín viene a hablar de victorias a lo Pirro...

Tamaño desconcierto opinativo no puede ser innato.

Algún curso tiene que haber tomado, si no, es imposible desvariar tan parejo.
Luego sigue a los volantazos, muerde la banquina al responsabilizar al gobierno por el accionar de los fondos buitres en la Gran Manzana y vuelca a lo Giles Villeneuve cuando saliéndose del tema y trayendo a colación el remanido temas de “los efectos de la crisis”, tipea:

“Hay provincias, como Santa Fe, afectadas por la industria automotriz y la metalmecánica. Pero el secretario general de la Asociación de Empleados de Comercio señaló que la caída del empleo se está produciendo también en empresas de electrodomésticos.”

Supuestamente uno empezó a leer una mirada sobre los costos que podrá tener, según el título, la victoria del oficialismo en el tema previsional, pero la nota nada dice al respecto, salvo que se pretenda hacerle creer al lector que las repercusiones de la crisis del capitalismo central tienen alguna ligazón con la estatización del sistema previsional.

Otra pluma pesada del mismo diario, Ricardo Kirschbaum, termina una tunda a Eduardo Buzzi diciendo que “La política está llena de amateurs”
¿Y el periodismo?