Leyendo ayer a Jorge Lanata concluí que ciertas sospechas que albergaba tenían su fundamento. La verdad es que siempre sospeché que con gran habilidad Lanata se apropió de todo el prestigio de Página/12 y que en rigor, el impacto saludable de Página se debió al concurso mancomunado de varias personalidades del periodismo y la intelectualidad que ya venían reuniéndose en publicaciones muy piolas como El Porteño o El periodista. Por supuesto que le cabe al director el reconocimiento de haber conducido tamaña reunión de figuras, lo que seguramente no debe haber sido fácil. Pero es impensable la revolución y el impacto de Página/12 sin reparar en el aporte de figuras como Osvaldo Soriano, Eduardo Aliverti, Miguel Bonasso, Miguel Briante, Horacio Vervitsky o Eduardo Galeano, por nombrar injustamente unos pocos.
Incluso desde lo ideológico nunca estuvo muy claro cuál era el posicionamiento de Lanata, seguramente porque el hoy director de Crítica de la Argentina con gran cintura siempre se las ingenió para saltar de un lugar a otro haciendo gala de un pragmatismo aparentemente progre y por ende en mas de una ocasión quedó eximido de presentar credenciales político-ideológicas.
Hoy, cuando Crítica va llegando a las 100 ediciones, Lanata muestra que atrás de su ego deforme tímidamente va apareciendo su verdadera pulpa política.
En esta nota pobre ("Gobernar en democracia es reconocer el derecho a decir no") con poca iluminación y desabastecida fatalmente de ideas, Lanata sólo consigue espantarnos con un eructo execrable:
Caracteriza al gobierno de intolerante, se mofa de quienes sostienen que tras el camionetazo agropecuario hay un plan desestabilizador y culmina tratando de “subsidiados” a todos aquellos intelectuales que están planteando un apoyo crítico a la gestión oficial.
No sería grave este steep trease ideológico-político que revela en toda su dimensión un corpus profundamente reaccionario si no fuera que todavía hay muchas personas bien pensantes que siguen creyendo que Lanata es otra cosa.
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9 comentarios:
Estoy estoy de acuerdo con lo que se dice en este articulo. Tan de acuerdo!!! El diario Crítica es un pobre diario a esta altura del partido. Las mas de las veces con articulos que solo reunen palabras mas o menos rimbombantes pero nada mas.
Gerardo: Leí ese artículo ayer y la pobreza es alarmante para un tipo inteligente como el gordo. Lanata a mi entender no tiene ideología definida. El tipo representa a la sufrida víctima de la política, encarna a un "sentido común progre" y por eso a veces el diario es tan obvio. A veces informa y para "entender" solo hay que mirar la tapa. El resto es redundante.
Saludos
Basta ver las opiniones de las notas en la edición digital de Critica para darte cuenta de la ideología de quienes lo leen. Y Lanata hace un diario para esa gente, solo que debería llamarse "Critica del Gobierno".
Más allá de coincidir o no con la gente que opina, en algunos casos da verdadero asco leer lo que escriben.
Diego
Siempre me pareció que el gordo era un periodista amarillo.
Hay que reconocerle, no obstante, que tiene talento para detectar talentos y armar buenos equipos periodísticos, como ya ha mostrado mas de una vez.
Recuerdo que allá por los comienzos de la democracia, fines de 1983 y comienzos de 1984, Lanata trabajaba como cronista del servicio de noticias de Radio Belgrano (desde algunos meses anteriores a la culminación del Proceso), que en ese momento era estatal. Con la llegada de la nueva directora, la mujer de Pablo Giussani, Julia Constenla, se armó una interesante programación que provocó que la llamaran "Radio Belgrado". Entre otras figuras estaban Enrique Vázquez (desde la revista Humor), Eduardo Alverti (Sin Anestesia), Jorge Dorio y Martín Caparrós (Sueños de una noche de Belgrano).
Allí Lanata fue enviado a colaborar con Alverti, parea luego integrarse por un tiempo al equipo. Por esos días, el entonces cronista Lanata, decía a quién lo escuchara que era del PC (Partido Comunista, no Pierre Cardin) y había tenido militancia en la FJC de dicho partido.
Luego empezó a acercarse a la Revista El Porteño, y después, se hizo mas visible su trayectoria.
Aún no sé porque en su CV nunca menciona que trabajó un tiempo en Radio Belgrano (durante algunos meses del Proceso), y sí en cambio señala que estuvo como informativista desde la llegada de la democracia...
Maru
Maru
A partir del gobierno del Dr. Alfonsín, el director de Radio Belgrano designado fue Daniel Divinski, quien armó la programación a la que te referís.
Después de un par de años, en 1986, tras la renuncia de Divinski, fue designada Julia Constenla, parte de la programación se desarmó y a la primera mañana llevó a Ruiz Guiñazú.
Con respecto al embaucador Lanata, me alegra no sentirme solo como Adán el día de la madre con respecto a lo que pienso de él.
El y tantos otros "periodistas" se han sacado la careta con el tema del campo, donde es más importante ser, mostrar y demostrar que se es opositor al gobierno antes que ser honesto con su propio pensamiento.
Hoy es "cool" ser opositor, está bien visto y paga más que ser honesto intelectualmente.
Saludos.
Rubén
A mediados de los noventa, mi tio un sindicalista y político proveniente de la Democracia Cristiana (opositor a la linea Auyero, para no decir de derecha) pero que sabia más por viejo que por diablo me dice,a mi, un lector de pagina que se autodenominaba de izquierda:
="Este gordo es mas derecha que yo"
Me indigne, argumente a favor del progresismo lanatista y mi tio insitia ="Te dijo que es de derecha, lo que pasa que ustedes escuchan lo que quieren"
Pasaron unos 15 años y saben que mi tio, que en paz descanse, tenia razon.
Radio Belgrado.
Gracias por recordar a los queridos años ochenta anónimo de arriba.
La militancia en el PI, la escucha de Aliverti y las lecturas de "EL Porteño".
Recuerdo una buena investigación del Gordo sobre venta de armas aa EL Salvador contra los sandinistas.
Saludos
Hola a todos, recien aparezco curioseando el blog, y recalé en este artículo, es cierto que la conducta del gordo es por lo menos errática y confusa, pero su posicionamiento es mas que digno al lado de otros periodista que abundan en el país
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