Hubo épocas donde se escuchaba buena música en la radio. Aquella radio de “Buenas Noches Buena Música” del inolvidable Miguel Angel Merellano; aquellos tiempos donde desde Los Trovadores hasta Sarah Vaughan pasando por Sergio Mendes y Burt Bacharach, la radio era, además de difusora de buena música, formadora de “orejas”. Uno aprendía a escuchar música con Carrizo, Larrea, el peruano, Raúl Calviño, Blackie, etc.
Es que la música era parte de los contenidos de la radiofonía y hasta llegó a haber especialistas que hacían columnas en diversos programas. Pero de eso nada queda.
Hoy, a lo sumo, se puede escuchar alguna columna de Mariano Del Mazo en Radio Mitre, o los típicos momentos musicales que sigue haciendo Héctor Larrea en su programa de Radio Nacional, pero no mucho más que eso hay en las emisoras líderes de amplitud modulada. La música se usa ahora como “separador” entre bloque y bloque. Antes era casi imposible escuchar a un conductor de radio decir “Vamos a un tema musical”, porque esa frase delata que ese conductor no tiene la mas mínima idea de lo que va a sonar a continuación y eso en radio es una herejía. Nadie que ame la radio, nadie que la valore como medio puede jamás incurrir en tamaña vulgaridad.
Un conductor de radio que se precie DEBE saber qué tema musical presenta y hasta tener conocimientos básicos de la canción que se va a escuchar.
En las grandes emisoras lo poco que se escucha generalmente está ligado a la promoción (chivos) de las discográficas. La típica vuelta de la tanda o el informativo con 45 seg del “Hit” del momento.
En ciertos horarios marginales empezó a campear la costumbre de armar programas del recuerdo que están mal hechos, básicamente por el escaso conocimiento que tienen conductores y productores de la música de los 50 y los 60 y porque ya casi no quedan musicalizadores. Hasta los noventa algunas emisoras los mantenían (no tengo información de última hora pero a juzgar por lo que suena, da la impresión que no)
Cierto es que si uno se desvela un domingo a las cuatro de la mañana por ahí lo encuentra al Nano Herrera con sus programas de Jazz, o que si tiene la suerte de sintonizar FM Palermo puede escuchar “La Gua Gua”, el excelente programa de José Luis Ajzenmesser, o puede encontrarlo a Ricardo Horvat con su “Café Bar Billares” y una propuesta tanguera para nada retardataria en la 530, “La Voz de las Madres”, o si le gusta el folklore y logra sintonizar “La Folklórica” puede escuchar algunas buenas propuestas, pero hay que caminar mucho el dial a toda hora y rogar que determinadas radios se puedan sintonizar bien. La cuestión es que en las emisoras de mayor poder de penetración la música virtualmente desapareció.
Es que con la debacle de esta radio hecha por productores y conducida por periodistas venidos de la prensa escrita ya no hay lugar para la música. Quizá esto esté ligado a que, lamentablemente, ya casi ha desaparecido el ritual de reunirse “para” escuchar música. Parece un gran contrasentido que cuanto mas acceso se tiene a la música (Internet) menos se la disfruta.
Ya no se dan esas reuniones donde cada uno llevaba su Long Play y se armaba una escuchada colectiva. En esos tiempos, “Ese tema” que tanto te gustaba lo podías escuchar quizá únicamente en esas reuniones donde tu amigo tenía la fortuna de poseer ese disco de tus sueños. Ahora te lo bajás en un rato y quizá no lo escuchás al instante porque el saber que ya lo tienes atenúa la ansiedad.
Mi infancia transcurrió a 500 Km de la capital y allí sólo se sintonizaban Continental, Rivadavia, Municipal y Mitre, mientras que por la noche entraba como un caño El Mundo (Donde, dicho sea de paso, Julio Márbiz hizo la mejor etapa de “Argentinísima” desde “El Estudio Mayor” de LR1) y puedo decir que nombres como Ella Fitzgerald; Oscar Peterson; Mina; Edith Piaf; Amalia Rodríguez; Gilbert Becaud; Los Cinco del Norte; Chabuca Granda o Tom Jobim los escuché por primera vez en la radio, en esa radio de la década del sesenta. ¿Algún pibe, hoy, puede escuchar música de calidad en esas AM?
Es que la música era parte de los contenidos de la radiofonía y hasta llegó a haber especialistas que hacían columnas en diversos programas. Pero de eso nada queda.
Hoy, a lo sumo, se puede escuchar alguna columna de Mariano Del Mazo en Radio Mitre, o los típicos momentos musicales que sigue haciendo Héctor Larrea en su programa de Radio Nacional, pero no mucho más que eso hay en las emisoras líderes de amplitud modulada. La música se usa ahora como “separador” entre bloque y bloque. Antes era casi imposible escuchar a un conductor de radio decir “Vamos a un tema musical”, porque esa frase delata que ese conductor no tiene la mas mínima idea de lo que va a sonar a continuación y eso en radio es una herejía. Nadie que ame la radio, nadie que la valore como medio puede jamás incurrir en tamaña vulgaridad.
Un conductor de radio que se precie DEBE saber qué tema musical presenta y hasta tener conocimientos básicos de la canción que se va a escuchar.
En las grandes emisoras lo poco que se escucha generalmente está ligado a la promoción (chivos) de las discográficas. La típica vuelta de la tanda o el informativo con 45 seg del “Hit” del momento.
En ciertos horarios marginales empezó a campear la costumbre de armar programas del recuerdo que están mal hechos, básicamente por el escaso conocimiento que tienen conductores y productores de la música de los 50 y los 60 y porque ya casi no quedan musicalizadores. Hasta los noventa algunas emisoras los mantenían (no tengo información de última hora pero a juzgar por lo que suena, da la impresión que no)
Cierto es que si uno se desvela un domingo a las cuatro de la mañana por ahí lo encuentra al Nano Herrera con sus programas de Jazz, o que si tiene la suerte de sintonizar FM Palermo puede escuchar “La Gua Gua”, el excelente programa de José Luis Ajzenmesser, o puede encontrarlo a Ricardo Horvat con su “Café Bar Billares” y una propuesta tanguera para nada retardataria en la 530, “La Voz de las Madres”, o si le gusta el folklore y logra sintonizar “La Folklórica” puede escuchar algunas buenas propuestas, pero hay que caminar mucho el dial a toda hora y rogar que determinadas radios se puedan sintonizar bien. La cuestión es que en las emisoras de mayor poder de penetración la música virtualmente desapareció.
Es que con la debacle de esta radio hecha por productores y conducida por periodistas venidos de la prensa escrita ya no hay lugar para la música. Quizá esto esté ligado a que, lamentablemente, ya casi ha desaparecido el ritual de reunirse “para” escuchar música. Parece un gran contrasentido que cuanto mas acceso se tiene a la música (Internet) menos se la disfruta.
Ya no se dan esas reuniones donde cada uno llevaba su Long Play y se armaba una escuchada colectiva. En esos tiempos, “Ese tema” que tanto te gustaba lo podías escuchar quizá únicamente en esas reuniones donde tu amigo tenía la fortuna de poseer ese disco de tus sueños. Ahora te lo bajás en un rato y quizá no lo escuchás al instante porque el saber que ya lo tienes atenúa la ansiedad.
Mi infancia transcurrió a 500 Km de la capital y allí sólo se sintonizaban Continental, Rivadavia, Municipal y Mitre, mientras que por la noche entraba como un caño El Mundo (Donde, dicho sea de paso, Julio Márbiz hizo la mejor etapa de “Argentinísima” desde “El Estudio Mayor” de LR1) y puedo decir que nombres como Ella Fitzgerald; Oscar Peterson; Mina; Edith Piaf; Amalia Rodríguez; Gilbert Becaud; Los Cinco del Norte; Chabuca Granda o Tom Jobim los escuché por primera vez en la radio, en esa radio de la década del sesenta. ¿Algún pibe, hoy, puede escuchar música de calidad en esas AM?
8 comentarios:
A mi me cuesta muchisimo encontrar buena musica en la radio. La hay, pero para un tema te tenes que comer cuatro o cinco que no te gusten. No encuentro, salvo los que mencionas, programa formador de orejas para los mas jovenes. Yo a los 14 pirulos escuchaba siempre "Musica sin cortes" de Julio Lagos ( musica sin parar, auspiciado por SEGBA ) y "Viento a Favor" ( genial, Luis Garibotti , Auspiciado por Embajadores Ventil ). No pretende ser esto un revival, sino un llamado de atencion hacia el hecho de que la la musica ya no ocupa el lugar de privilegio en la vida cotidiana de la gente que ocupaba antes. Un abrazo.
Esto que decís, Osvaldo, es importantísimo:
"la musica ya no ocupa el lugar de privilegio en la vida cotidiana de la gente que ocupaba antes"
Vaya de paso el chivo. Para quienes no lo conozcan, Osvaldo Burucuá es uno de los más finos guitarristas de música popular del momento.
Qué lindos recuerdos que traés acá, Gerardo. Desde que tengo memoria que soy fana de la radio y de la buena música. Hace unos años por AM Del Plata estaba El Toscano en la Oreja, con Eduardo Lagos, Manolo Juárez y Alfredo Radozinski (el creador del sello Trova), una maravilla. Los hicieron competir por un Martín Fierro con Mochín Marafioti y le ganaron.
De lo bueno que escucho ahora destaco un programa que va por FM Urquiza (91.7) los sábados de 15 a 20, con la última hora dedicada a Piazzolla. Y la misma radio tiene una hora de buen folklore, los domingos entre 10 y 11 de la mañana.
De paso ¿por dónde anda Ajzenmesser con La Guagua?
Un abrazo.
Hola Jorge, José Luis está en FM Palermo.
Mi analista me enseñó que mejor que andar por la vida buscando certezas es mejor hacer buenas preguntas ¿No será que la decadencia de la música en la radio es reflejo de nuestra realidad?
Hola anónimo: Siguiendo la recomendación de tu analista pregunto
¿Cómo se explica que Caetano Veloso llene 6 Gran Rex si no se lo difunde en la radio y como este tantos otros casos?
No te parece que lo que está pasando es que exista la posibilidad que desde las grandes empresas multimediáticas se esté vaciando de contenidos a las emisoras de su propiedad?
Hola Gerardo, muy bueno el Blog!
A propósito, acá en la radiofonía del interior todavía se mantienen esas ciertas formas añoradas; entre ellas, la que rescato -más allá de su cuestionable orientación ideológico/política en algunos aspectos- es 'Cadena 3' de Córdoba, en donde casi toda su programación está condimentada con buena música. De ello se destaca el programa de Ronny Vargas, que va de 14.30 a 18.30, en donde todos los días, en la primer parte del programa, rinde una suerte de homenaje a gente de la música, entrevistándola y haciendo una reseña musical de su trayectoria. Fue muy emotivo el que le hiciera a Mercedes Sosa; a León Gieco y a muchos otros, en donde el carácter intimista y 'desacelerado' de las entrevistas las hacen singulares.
Tengo entendido que en Capital esta radio tiene una repetidora en FM, será cuestión de probar.
Chacho rengo, saludos y voy a escuchar ese programa. Luego te cuento
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