martes, 30 de octubre de 2007

Está todo mas tranquilo?

¿Me parece a mí o desde el domingo está todo un poco mas tranquilo?
Repasando los diarios parece que hay menos actos de “Inseguridad”; que el tomate sigue bajando y la papa va camino a su precio histórico (acabo de comprar 2 Kg a 4,50 en “Los Mellizos”, histórica verdulería de Moldes y Juramento donde está prohibido hablar mal del Globito)
Está muy caliente la discusión política. Entre las declaraciones incomprensibles de Alberto Fernández demostrando una vez más que lo suyo no es la política electoral porteña y los dichos de Carrió señalando que las clases medias y altas deberán rescatar a los pobres del clientelismo y la miseria, la blogosfera está que arde.
Por ahí anduvo La Nación titulando con letras enormes que “Cristina gobernará con el control absoluto del Congreso” (uno ya sabe adonde apunta el diario con accionistas sospechados de evadir impuestos con este titular)
Por ahí se discutió mucho sobre la falta de boletas, como si esto no fuera un clásico de todas las elecciones porque, hagamos memoria, antes se choreban las boletas, pero había fiscales de por lo menos cuatro partidos en las mesas, entonces se reponían, o bién el fiscal del PI le daba una mano al de FREPU que tenía que bancar tres mesas solito y así sucesivamente. Ahora, cuando la militancia se extinguió, la falta de boletas se torna dramática.
Se escuchó, en consecuencia, a mucha gente de “Grandes Centros urbanos” sugerir que el voto electrónico serviría para evitar estos y otros males. Lo que sí es muy claro es que si las fuerzas políticas ni siquiera tienen estructura para fiscalizar estamos en la puerta del horno...
Por ahí se escuchó en el programa de Lanata (alguien me dijo que cada vez está mas parecido a Baby Echecopar...) que “El hambre no deja pensar”
Por ahí se habló de la payasada de Arslanián y Cía de liberar justo el domingo a dos sospechosos del triple crimen de La Plata, ratificando la escasez de cintura política que circunda al Ministerio de Seguridad provincial.
Por ahí se habló de la derrota de Quindimil pero no se desarrolló más este asunto que tiene una profundidad mayor a su apariencia. El Criador de Gorilas se pregunta, con fina sensibilidad analítica “¿Por qué cuando las cosas están mejor pierden oficialismos otrora imbatibles? ¿Tiene la gente, algo más desahogada, expectativas crecientes? ¿El crecimiento de la economía y el empleo reducen el peso de mecanismos clientelares?
Pero en líneas generales parece que dejó de correr tanta sangre como en las dos semanas previas al domingo 28, y si esto fuese efectivamente así, es una pésima noticia para el futuro dado que estaríamos condenados a padecer una ola de crímenes cada vez mas salvajes en las semanas previas a las elecciones.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Tenés razón, pero fijate que se está instalando el clima de que en "los grandes centros urbanos se le dio la espalda" y por tanto, que no fue un triunfo de plena legitimidad y contundente, sino condicionado. Los números dicen muy otra cosa.
Saludos.

Gerardo Fernández dijo...

Claro, fijate que por ejemplo, en ciudades de 100.000 habitantes tipo Junín ganó Cristina. Y no se puede decir que ahí es voto clientelar.

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