sábado, 30 de abril de 2016

Es el peronismo y sos vos, Mauricio


Entender al peronismo es algo verdaderamente complejo, a veces se me ocurre que entraña las mismas dificultades que tuvieron quienes intentaban descubrir el secreto del funcionamiento de la orquesta de Duke Ellington. Hoy sabemos que el misterio radicaba en que cada instrumentista preparaba sus solos y, por decirlo fácil, tocaba lo que quería, pero ello no impedía que la big band sonara con un nivel de justeza asombroso ¿Qué sucedía? Sucedía que, sin sospecharlo, todos tocaban lo que el Duke quería que tocaran. Por eso su sonido y sus articulaciones fueron inimitables. Se me ocurre que en las entrañas del peronismo sucede algo parecido, sólo que el lugar del Duke lo tiene el sentido de poder, que funciona como el gran ordenador. Hay corrientes internas, disputas, roscas y todo lo que vemos a diario, pero llegado un punto es una maquinaria que cuando se pone en movimiento modifica el mapa político.
En vísperas de la votación por la derogación de la Ley Cerrojo, el politólogo Julio Burdman expuso en El Vermucito una mirada conceptualmente profunda que ha sido ratificada esta semana por la media sanción de la ley antidespidos que el bloque de senadores del FPV aprobó por unanimidad y la movilización imponente de ayer. Según Burdman, el acompañamiento de un sector del peronismo para facilitarle a Macri el arreglo con los buitres en cierta medida lo fortalecería pues el presidente no sólo quedaría endeudado políticamente con el PJ sino que, además, necesitaría de acuerdos puntuales en cada asunto trascendente para garantizarse escribanía y gobernabilidad. Desde este punto de vista, quien quedaría condicionado por el acompañamiento en la votación a favor de los buitres sería el gobierno nacional pues ese peronismo viejo y sabio que lo ayudó en una instancia crucial, mañana le empezaría a exigir su parte y el presidente debería contemplar que, de no negociar, los mismos votos que le sirvieron para mostrar una victoria política fabulosa como lo fue la derogación de la Ley Cerrojo, podrían ser, a la vuelta de la esquina, los que lo condenen a ser un gobierno de minoría, sin escribanía y, por ende, sumamente debilitado.
Bien: todo eso sucedió a menos de un mes de la histórica sesión en la cámara alta. El peronismo le embocó un proyecto de ley contra su política económica -porque los despidos son una consecuencia directa de ella- y, por si fuera poco el acto de apoyo a la ex presidenta de 15 días atrás, la fotos nos hablan de una concentración obrera que desde 2011, cuando Moyano manifestó su apoyo a la reelección de Cristina, no se veía.
Por supuesto que todo sucede en un marco de inorganicidad, donde convergen sectores con diferencias profundas entre sí, y acá es donde irrumpe el gran aporte del gobierno de los ricos, dado que la confluencia de ayer fue posibilitada por un reclamo que viene desde las bases de todo el movimiento obrero organizado, donde el panorama que prima va desde los más de 50 mil puestos que perdió la UOCRA hasta problemáticas como el gremio de alimentación cuyo secretario general, Rodolfo Daer, admite que no han sufrido despidos pero sí que el ajuste está lesionando gravemente el poder adquisitivo de los salarios del sector.
Parece mentira que finalizando el mes donde el gobierno consiguió su logro político más deseado y troncal, el despliegue de su política económica de devastación le arroje estas consecuencias. El escenario en el corto plazo es de suma tensión y pone al gobierno ante el desafío político más difícil: O se las ingenia para distender en lo político y económico, o ingresa en una zona de turbulencia social que tarde o temprano lo termine eyectando.

1 comentario:

Daniel dijo...

Entiendo que para calificar a alguien de "...ista" debe uno atenerse al cuerpo doctrinario que ese "...ista" debe sustentar con hechos para considerarse tal.
De lo cual se desprende que una enorme parte de peronistas que se consideran como tal, lejos están de serlo. Lo cual no es privativo de los peronistas.
Sucede con cristianos, socialistas, humanistas y hasta liberales.
Lo de ayer fue impresionante y harto significativo, pero quienes tomaron el micrófono en el escenario lejos están -en mi opinión, claro- de ser peronistas.
Pero bueno, uno no deja de considerar a los cristianos como tales y lo hace por su sola mención de pertenencia.
Lo que intento decir es que el pueblo unido y en lucha por los derechos de los trabajadores es quien se encuadra más fielmente a la doctrina peronista. Lástima que debe seguir y escuchar a ciertos crápulas que no van más allá de sus propios intereses y que por ello en su discurso no casualmente han menguado su crítica al neoliberalismo en gobierno. Como venían haciéndose los boludos en estos primeros meses.

Aquí hay algo relevante (muy) que es la reacción popular y organizado en un tiempo imposible de conjugar en los '90 cuando Menem gozó de tanta impunidad ante la carencia de reflejos del pueblo trabajador.
Y un grupo de chantas que abrieron la boca en un escenario que sería deseable (muy) sean desplazados lo antes posible de su conducción.

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