Cuando días pasado La Nación publicó una columna de opinión del diputado de Proyecto Sur Claudio Lozano pensé al instante en la inteligencia con que este diario se viene moviendo en el contexto de la confrontación con el kirchnerismo. Mientras Clarín deja los jirones segundo a segundo en términos credibilidad, tirada y visitas en su página web, el diario de los Mitre-Saguier está experimentando un fenómeno opuesto y aquí no hay casualidades sino por el contrario un análisis de la situación muy profundo y una consecuente implementación.
La Nación tiene un privilegio: Resiste todos los archivos. Nadie podrá jamás achacarle un cambio de discurso dado que si algo ha sostenido a lo largo de los cien años de vida es un compromiso político e ideológico con las minorías poderosas y la derecha más reaccionaria. Es desde este valor que "la fuente de doctrina" ha tenido muchísima lucidez para proyectarse por ese pasadizo estrecho y espinoso que hay entre Clarín y el gobierno, logrando emerger por momentos en una tribuna óptima para plumas como Beatriz Sarlo o Claudio Lozano sin por ello perder lectores o padecer quejas de su clientela histórica.
Lo que demuestra este diario es que con mucha sagacidad se pueden abrir espacios a sectores con los que no se tengan acuerdos estratégicos y hasta oxigenarse con ellos sin cambiar un solo postulado doctrinario. Trabaja con mucho tacto estos vínculos, llevando por caso a figuras como Lozano a aprovechar la posibilidad de escribir pues el diario les garantiza una llegada que nunca antes han tenido y a sectores que deben interpelar si es que pretenden trascender el espacio socio-cultural histórico del centroizquierda.
Estos movimientos sutiles los realiza manteniendo siempre algunas virtudes como por ejemplo que pese a su línea político-ideológica es un diario que "se deja leer" y sigue manteniendo estándares de calidad en lo periodístico que directamente han sido abandonados por Clarín.
6 comentarios:
Muy claro el analisis que haces Gerardo, coincido. La nacion es mucho mas inteligente que el oficialismo que en lugar de abrirse para oxigenarse se cierra sobre si mismo.
Disculpame Gerardo pero no concuerdo, en parte. En cierto que mantiene su linea ideológica, pero no es cierto que no mienta: con el tema de Papel Prensa han dicho ya unas cuantas mentiras, la principal: que Cristina dijo que la Papaleo firmó arriba de una mesa de torturas. La Nación ha empezado a mentir también cuando SIEMPRE fue mucho mas serio que Clarin. Saludos
Anyuletta: Te disculpo por pensar distinto, obvio. Lo que no te admito es que des por sentado que yo escribí que no miente.
La nación cría votantes de Proyecto Sur, los desencantados derechosos se pasan a esa izquierda de mejor fachada. Por lo menos logran que el que votó a Lilita no se haga K. Escuhé decir que La Nación trae de regalo libros de Galeano, es porque cultiva votantes de Proyecto Sur.
Jauretche decía que era fácil de leer porque mentìa siempre para el mismo lado
Coincido plenamente con la distinción que hacés. Se nota que La Nación no quiere "quedar pegado" al descrédito que viene sufriendo Clarín, y eso se ve también en que si bien hay un cierto ocultamiento de cierta información, este no resulta tan grosero como en Clarín (un recuadrito mínimo para una noticia o declaración importante que habla bien del gobierno, o tal vez, siquiera eso). La versión online sigue ciertos criterios periodísticos de orden, a diferencia de Clarín que el único parámetro que sigue es la trascendencia en torno a la disputa con el Gobierno (ver clarin.com, hace 3 días que en donde dice "Temas del día", lo primero que aparece es "Fibertel")
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