Vivíamos abrochados pero felices

La vida antes era más tranquila, eso es indudable. Los diarios, la tele y la radio nos informaban sobre lo que sucedía y todos nos dedicábamos a nuestras tareas cotidianas y a lo sumo comentábamos lo que había pasado. Comentábamos "lo que había pasado" pero en ningún momento se nos ocurría sospechar si eso efectivamente había pasado. Hasta la palabra de Muñoz era ley cuando decía "falta cometida fuera del área".

En cierta medida esa vida era menos conflictiva porque ningún suegro tenía que soportar que en la mesa familiar del domingo un yerno díscolo pusiera en tela de juicio "su verdad informativa". No era como ahora que las discusiones políticas transcurren en un escarceo perpetuo por imponer la fuente de información. Ahora no discutimos cómo fue la visita de Cristina a China sino cómo la cuentan, ponele, La Nación o Página/12. Discutimos que La Nación y el dispositivo mediático difunden una mirada subjetiva sobre los resultados de la visita a China. Discutimos en definitiva sobre los medios, no sobre los hechos y usamos estas herramientas como los blogs y las redes sociales para reproducir miradas que contradigan lo que instala el dispositivo.

¿Te imaginás si la llegada a la luna hubiese ocurrido en nuestro días? ¿Te pusiste a pensar cómo se habrían potenciado las voces para las que todo ese circo fue todo un montaje televisivo?

Estamos en la etapa de discutir las fuentes de información y casi no discutimos de los hechos. Discutimos todo lo que se dice sobre el procesamiento de Mauricio Macri, menos que en los hechos concretos al Fino Palacios y Cía los nombró el mismísimo jefe de gobierno...

Y usted, estimado lector, quizá se deprima al sentir que ya nada será como antes, que "la paz informativa" se fue para siempre como el lechero y la voz de Angelito Vargas y sí, es así y más vale que lo asuma lo más rápido posible. Mas vale que cuanto antes usted sepa que ya no podrá apagar el televisor o cerrar el diario y dormirse sintiéndose una persona más o menos informada. Eso nunca fue así. A usted le mintieron siempre, pero no se deba cuenta, lo mismo que yo, no crea que le saco el bulto al puñal de la certeza.

Antes nos abrochaban y como no nos dábamos cuenta hasta gozábamos del abroche y si no gozábamos por lo menos "vivíamos en paz" porque todo era más prolijo y menos discutido.