Ayer María Esperanza Casullo enfocó desde un lugar muy interesante el fenómeno popular que fue la fiesta del Bicentenario, el discurso decadentista:
Hay un discurso muy fuerte que evidentemente fue llevado adelante por los medios en este mes que precedió al bicentenario pero que es muy potente en Argentina y es el discurso decadentista, que plantea que la Argentina es un fracaso, que siempre lo fue, que todo lo que se hace acá está mal, todos nuestros hombres políticos son, fueron y serán absolutamente corruptos y lo interesante es que ese discurso que es tan fuerte y está muy arraigado en las clases media y medias altas que son las que al mismo tiempo disfrutan del país. Cuanto más cercano está uno a uno a una posición dominante en o económico o cultural más fuerte es el discurso decadentista. Ahora lo interesante es que si uno se acerca a los sectores populares no encuentra ese discurso y ahí se vio el desfasaje, la gente se manifestaba contenta y con ganas de celebrar.
A esta aguda mirada de María Esperanza se puede sumar una definición de Tulio Halperin Donghi que conmueve por su contundencia:
"Hay planteos que tienen éxito porque reflejan una cierta sensación de que la Argentina está siempre descubriendo una nueva forma de hacer las cosas mal. Ante estas posturas uno dice: este país no tiene remedio. Ese es uno de los mensajes implícitos de los libros de Lanata"
Quizá haya llegado tiempo de empezar a ver las cosas por este lado, quizá se rompió algún vaso comunicante entre ese discurso decadentista y los sectores populares y quizá también la muchedumbre, con marcada presencia de sectores medio-bajos y trabajadores, halla tributado silenciosamente a un gobierno que no tuvo primavera y que desde el momento mismo de su asunción tuvo que soportar el asedio más feroz que ningún otro haya padecido en 200 años de historia nacional, logrando pese a todo un puñado de logros que impactan de lleno en los sectores populares.
Quizá las evidencias concretas, que se manifiestan en una leve mejoría en términos generales desde lo laboral y lo económico, quizá la posibilidad de cambiar el televisor para el Mundial, quizá el impacto que significa la AUH no sólo en quienes la perciben sino en toda la pequeña actividad comercial barrial que se favorece con ella, quizá todos estos elementos hayan jugado un rol central para generar este gentío pocas veces visto en el mundo.
Finalmente: Nadie sale a festejar nada cuando está en la lona, cuando no tiene perspectivas, cuando siente que no hay futuro, eso lo puede comprobar cada uno en su historia personal.
Quizá no sólo se rompió la espiral del silencio de la que tanto habla Artemio, es probable que se haya hecho trizas ese discurso decadentista o al menos su impacto en sectores populares.
"Hay planteos que tienen éxito porque reflejan una cierta sensación de que la Argentina está siempre descubriendo una nueva forma de hacer las cosas mal. Ante estas posturas uno dice: este país no tiene remedio. Ese es uno de los mensajes implícitos de los libros de Lanata"
Quizá haya llegado tiempo de empezar a ver las cosas por este lado, quizá se rompió algún vaso comunicante entre ese discurso decadentista y los sectores populares y quizá también la muchedumbre, con marcada presencia de sectores medio-bajos y trabajadores, halla tributado silenciosamente a un gobierno que no tuvo primavera y que desde el momento mismo de su asunción tuvo que soportar el asedio más feroz que ningún otro haya padecido en 200 años de historia nacional, logrando pese a todo un puñado de logros que impactan de lleno en los sectores populares.
Quizá las evidencias concretas, que se manifiestan en una leve mejoría en términos generales desde lo laboral y lo económico, quizá la posibilidad de cambiar el televisor para el Mundial, quizá el impacto que significa la AUH no sólo en quienes la perciben sino en toda la pequeña actividad comercial barrial que se favorece con ella, quizá todos estos elementos hayan jugado un rol central para generar este gentío pocas veces visto en el mundo.
Finalmente: Nadie sale a festejar nada cuando está en la lona, cuando no tiene perspectivas, cuando siente que no hay futuro, eso lo puede comprobar cada uno en su historia personal.
Quizá no sólo se rompió la espiral del silencio de la que tanto habla Artemio, es probable que se haya hecho trizas ese discurso decadentista o al menos su impacto en sectores populares.
Foto: Luis Bradoni en el film "Esperando la Carroza"
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16 comentarios:
Concuerdo contigo pero no solo había " sectores populares y muchedumbre, con marcada presencia de sectores medio-bajos y trabajadores". Había mucha clase media que no es tilinga. Mucha de la gente que viajó del interior no proviene de las capas de trabajadores de oficios sino de gente formada intelectualmente. Hay que ver las imágenes porque esto fue lo interesante. Me animo a decir que la mayoría era clase media con fuerte acento de profesionales. Eso ha hecho que deban cambiar el discurso - hasta Carrio - reconociendo que fue un éxito. Si solo hubieran sido cabecitas negras, el discurso hubiera sido el de siempre con la cita de Juvenal: Pan y circo. Un abrazo
Gerardo, cabe pensar que la gente estaba bastante alegre ya.
Cabe pensar que la gente no cultiva el caraculismo sin soluciòn de continuidad, solo estalla de vez en cuando.
Y que muy concentrados en la discordia, solo fuimos funcionales al espìritu incordioso. Tambien, que carajo nos importa lo que dice Pagni o Joaquin Morales Sola el domingo, como si lo leyera el pais, la verdad que darle centralidad a esas minucias escritas para una minorìa FUE UN ERROR Y HAY QUE REMARCARLO.
Cuando tomamos activia y nos relajamos somos queribles. Hay que tener menos espiritu seprinesco o paranoico y no creerse el centro de todos los ataques, aunque vengan degollando. Hace 7 años que vengo diciendo eso.
Espero, tambièn, que no haya sido pose para una foto y que mañana volvamos a salir con ls botines de punta en contra de Ricky Fort o Zulma Lobato, solo eso nos falta.
Hay mucho para discutir sobre si el hecho de que las multitudes hayan llenado las calles de Buenos Aires por estos días favoreció al gobierno. Pienso que directamente no, pero la derrota de la oposición (y de eso sí hubo) sí que le representó un gran triunfo. Este gobierno le ha dado una vida a los opositores que ellos mismos no son capaces de proveerse. Es que no son bajo ningún punto de vista adversarios a tener en cuenta.
Eso de que todo está mal me chocó desde que llegué aquí.
La gente dice que la gente es mala y que se merece todo lo que le pasa. Es como si hubiera 40 millones que no se dan cuenta de que se atacan a sí mismos, de que no vienen de otro planeta.
Ese es el discurso que toma la oposición, pero lo usan a falta de otro mejor. No creo que puedan sostenerlo por mucho tiempo, sobre todo porque también pertenecen a la clase política, así que tales dichos terminarán rebotando sobre ellos mismos.
He creído notar a partir del 26 de mayo que la oposición simplemente se quedó sin agenda boxística.
Ahora están con lo de que Brasil tomará medidas contra Argentina, que medio mundo está molesto con Cristina y Moreno por reducir las exportaciones.
Eso no hará mucha mella en la gente, pero algo hay que decir.
Ah, también están los muertos y asaltados de la patria opositora, las víctimas de la inseguridad. Esa es la melodía sempiterna que siempre está de fondo.
No se preocupen, ya encontrarán algún terrenito mal habido, un escándalo de corrupción, algo que le dé sentido a la existencia de esa gente.
Lo que pasó en la inauguración del Colón, lo que fue ese hecho en sí, debería utilizarse como ejemplo fidedigno de la catadura de la oposición de cuarta que tenemos. En lo personal lo siento por los artistas del teatro, los únicos que debieron ser protagonistas y los únicos que no lo fueron.
La verdad, dio asco lo del Colón el día 25.
Si Macri fuera lo que no es: inteligente, culto, un político capaz y sobre todo no fascista, habría entendido que lo mejor para representar ese día era alguna ópera de Wagner, aún a riesgo de quedarse irremediablemente dormido.
El martes 25 de mayo a la noche, cuando la carroza de los inmigrantes avanzaba por av. diagonal norte tuve la desgracia de escuchar a Mr.Lapegüe en vivo por TN. El contraste entre la fiesta y lo que decía el periodista independiente era para alquilar balcones.
Así al voleo te cuento una: "...y... ahí están los inmigrantes que con vinieron a hacer la américa ... pero ... muchas veces no se pudo por distintas circunstancias (TodasNegativas)... es que hay que hacer las cosas con responsabilidad... sarasa...". Estuvo con la perorata decadentista como cinco minutos, tratando infructuosamente de tapar la fiesta con sus palabras. En eso se le acaba el rollo y le pasa la posta al otro periodista independiente pero que trabajaba circunstancialmente de movilero. Este último asintió con la voz indicando que sabía que tenía el turno de vertir su opinión independiente. El movilero quedó mudo unos 15 segundos no sabiendo qué decir porque era tal la irrealidad que le planteó Mr.Lapegüe con respecto a la realidad de la fiesta en diag. norte.
No quiero hacer sociología instantanea, pero coincido con el primer comentarista y agrego: yo llegué el viernes a las 6PM a la 9 de Julio. Si bien no había mucha gente, la composicion en líneas generales era de clase media baja. A esa hora los oficinistas de clase media media media que mueren por fichar en punto y salir corriendo al subte los miraban de reojo (escuche un "vamos, esta lleno de negros"). Pero ocurrió algo curioso a eso de las 8PM, empezaron a caer oficinistas de traje de otro perfil; no ya el medio pelo casual day que se las toma a las 6 para sentarse corriendo en el subte, sino gente de un nivel mas alto; mejores trajes, mejores corbatas y ceño menos fruncido; parejas de ¿profesionales? ¿gerentes? ¿funcionarios? que "iban a ver que onda".
No se si uds. notaron algo similar. Esta fue impresion del viernes. Luego, bueno, paso lo que paso y la fiesta explotó y atravesó a todos y a todas. Saludos Gerardo, siempre es un gusto leer tu blog, incluso cuando no estamos de acuerdo.
Mis muy queridos, creo que se están corriendo peligrosamente de un análisis concreto de la relación entre los festejos del Bicentenario y la voluntad ciudadana expresada en votos. Están leyendo demasiado a Artemio que anda diciendo por ahí, con es astucia que le conocemos, que Kirchner I puede llegar a ganar en primera vuelta. Se emocionan y ven vacas que vuelan o sapos de rico gusto. Acerca de la composición social (y aquí hago uso lícito de mi condición de sociólogo) claro que fue de clase media baja, trabajadores y sectores populares, era gratis. Si cobrabas tres pesos había la mitad de la gente, claramente. Y también había curiosos, y estábamos todos los que somos opositores, porque nosotros también fuimos, o se compraron la de Fernandez que estabamos todos en nuestras lujosas mansiones dándonos de latigazos?
Ahora bien, creer que semejante cantidad de gente y lo bueno que esa gente evaluó de los festejos pueda tener un correlato electoral es un disparate mayúsculo. Dicen ahora que el Gobierno "ganó" con los festejos, eso es falso, el gobierno venía repuntando desde hacía bastante tiempo, no necesitó de los festejos y tampoco se podrá aprovechar de ellos. A esto se le suma la oposición errática, sin destino y mezquina que le regala al peronismo toda la iniciativa y se pone a decir tonteras bicentenarias.
Pero Artemio, que como sociólogo es un gran comerciante omite decir que las probabilidades de alcanzar la diferencia que separa a los K (seguros ganadores de una primera vuelta y seguros perdedores de cualquier segunda vuelta) sin contar con los centros urbanos del país es im-po-si-ble. Y es allí donde están perdidos, y no porque su política haya ido en contra de esos sectores y a favor de las clases populares sino porque plantean un país enojado, crispado, en guerra con los periodistas, con el campo, con los opositores, con la iglesia, con los que hasta ayer eran amigos, con los que hasta ayer eran socios. Y además, perederán porque usurparon la historia desde la mentira, porque pretenden habitar un lugar al que son ajenos y perderán porque son profundamente corruptos. Y lo saben, saben que son mentirosos y corruptos, y saben que pueden seguir porque la oposición es lastimosa. Lo que sigue lo va a escribir el mismo partido que privatizó, desmontó la industria nacional, organizó milicias populares y ahora miente sobre tod, sobre absolutamente todo.
El discurso decadentista es una mas batalla de la guerra contra ese ideario socio-cultural de antaño, ese que la clase media se identifica con lo peor de la oligarquía, porque añora estar ahí, sin importale tres carajos el resto. Ahí esta la verdadera pelea me parece.
Que es eso de "esta lleno de negros"? no tienen derecho a celebrar? pero esta lleno de esos lamentablemente.
Hoy una amiga maestra me manda un SMS y me cuenta lo contenta que estaba, porque recibió muchas madres con la libretita que debían llevar firmada para la AUH. Después me contó que las compañeras docentes bufaban por lo bajo... que mierda les molestaba? al fín y al cabo se les paga por laburar y eso tenían que hacer. Les molestaba una medida por los que menos tenían. Y mi amiga me dice que un preceptor y dos profesoras mas son las que están de acuerdo con el gobierno. El resto no. Obviamente le dije, típico de burgueses que se viven quejando. Mi último SMS fue: "dciles q digo yo,q xtrañan cobrar en Patacones... o que los pibes se le desmayen del hambre en el aula"... obviamente con mi dureza no los vamos a iluminar, pero alguién me dice como se hace contra estos?
Plan Quinquenal: No sé quien ligó el bicentenario a la cuestión electoral, de los comentarios que leí para este post ninguno (salvo que se me haya pasado) Pero de verdad planteas una mezcla de temas que poco tienen que ver con lo que escribí. Respecto a que existen más chances de que Kirchner gane en primera vuelta, o si querés, que al día de hoy esa sea casi la única chance real, es así de cierto. En todos los escenarios de ballotage pierde (con la foto de hoy, obvio)
Pero me interesa meterme en el tema del post, en la duda sobre qué pasó para que tanta gente, pero tanta, se movilizara como lo hizo, y en eso no van los cálculos electorales.
Algo pasó, algo está pasando y aquellos sectores políticos que mejor lean estas mutaciones tendrán solucionados los dilemas electorales.
Lo que sí está claro es que la cantidad es récord y fíjate que si como vos decís, cobrando tres pesos te quedaba la mitad de público, bueno, igual estamos ante un número nunca visto.
Porqué pasó, qué factores incidieron... ese es el desafío que tenemos por delante todos los que nos interesamos por estos asuntos ¿no?
No creo que el asunto del post ni en los comentarios sea como dice Plan Quinquenal, no me parece que se vaya en el sentido de interpretar la asistencia masiva como voto. Y creo obviamente que sería un error. Pero sí hay algo en un cambio perceptivo, socialmente hablando, que incidentalmente aportará a la hora de votar, sobre todo si se tienen en cuenta dos factores: que se da vuelta, se cae, cierto esquema telón o cortina puesto sobre la 'realidad'. Y segundo que a la hora de votar los elementos emocionales prevalecen (aunque exista una racionalidad para explicarlos y/o generarlos o influenciarlos).
No puedo hacer un análisis sociológico de la composición poblacional en los festejos, pero puedo colaborar con lo que yo percibí. Tengo la suerte de vivir en el barrio de Constitución. Hasta donde yo vivo había autos estacionados en las dos manos de cada calle por muchas cuadras a la redonda, de distinto 'nivel' o antiguedad, lo cual indicaría la presencia bastante masiva de clase media-media y media-alta, en tanto poder adquisitivo. Pero en la madrugada del 26 intenté ir a cenar después del cierre y tuve que ir hasta Congreso. La marea de gente llegaba hasta allí y muchísima gente esperaba colectivos y las combis que van a Laferrere y Km 29, colas de 50 metros allí. Con lo cual diría que había otras tantas personas de menor poder adquisitivo. Por referencias de amigos, tanto Retiro como Once como Constitución estaban con mucho movimiento a esas altas horas de la madrugada. Los autos de lujo eran los menos, como siempre, pero los vía a raudales irse por la autopista 25 de Mayo.
Me parece que no es tan raro: tantos millones de personas no pertenecen a un único sector social.
Mis saludos
gerardo no hay que darle tanta vuelta creo: el gobierno se encargo de organizar un festejo a todo trapo, con una excelente organizacion y shows de primer nivel, todos los dias. La gente se acerco por eso; el festejo, la alegria, una fecha patria historica que recordaba 200 años de la revolucion de mayo. No me parece que tenga que buscarse mucho analisis politico-sociologico.
Lo que si es seguro es la derrota del discurso de crispacion, de odio hacia el gobierno, etc. y por lo tanto un agujerito mas en el colador de la oposicion.
No pudieron imponer agenda, no pueden parar las iniciativas del gobierno, y encima se les cae el discurso de "la crispacion". Que esto no tiene una traduccion electoral directa? seguro que no. Que esto tira abajo uno de los pilares del antikirchnerismo? seguro que si.
Falta mucho para las elecciones, a seguir gestionando que ese 40% que le duele al gorilaje puede ser pasado tranquilamente.
Concuerdo con Casullo en su concepto, y en general, eso lo manifestó Jauretche en la zoncera: “este país de m…”, no recuerdo el numero, pero es contundente. La autodenigración como fundamento de identidad. Y es muy loco porque Halperin Donghi critica al revisionismo por “decadentista” y desde el revisionismo se critica a la “hist6oriografia oficial” como fuente de decadencia. La “caída” de Moreno se ve como decadencia, la de Rosas, la de Yirgoyen, la de Perón; y desde “el-otro-lado”, la caída de Rivadavia, la caída de Roca y compañía, la caída de la civilidad por la barbarie. En el fondo la gran discusión es esa. Comparo a la historia de Brasil donde el sur industrial de Vargas-Lula se impuso al norte cafetero-agro-exportador. Creo que en el fondo está el debate por el modelo de país. Y en este contexto es donde cada uno pone la decadencia en el otro. Los dos “bandos” tienen la sensación de “patria-inconclusa”. Yo tengo un profesor de historia que a la “Av. Scalabrini Ortiz” la llama “Av. Caning”. A ese nivel de confrontación llega. Esto lleva a decir a personajes del periodismo que cuando una manifestación de gente con banderas es una enajenación o una dignificación de la patria. Por ejemplo, yo creo que parte de la misma gente que manifestó a favor del campo festejó el bicentenario. El mismo periodista ve en una manifestación una cosa y en otra manifestación ve otra, por más que en las dos haya habido banderas argentinas. Creo que en el fondo es positivo porque esto nunca se debatió, es más, se resolvió a través de la negación del otro. Estamos en un gran momento.
Parece ser, ahora, que la gente se movilizó no por el Bicentenario y sí por la gratuidad de los espectáculos, el único detalle ausente en ese "análisis" es el relativo al transporte, que sólo fue gratuito el último día (y en los anteriores no hubo ninguna mención a los célebres micros en que los "arrean" - o sea que no los hubo, como tampoco choripan o tetra o coca - raro, no?) - pero bueno, seguirá siendo un misterio cómo llegaron todos esos, si estaba el "caos de tránsito" de las calles cortadas y la gente que, sin vallas, obviamente molestaba y nadie hacía nada.
Puede ser que en el gobierno estén sorprendidos, que hayan calculado una festichola para menos asistentes y que ahora, desbordados por el tsumani fiestero y bicentenario, alguno se largue a traducir eso en votos.
Y no estaría mal, es deseable que los políticos traten de capitalizar aquello que hacen bien - y el Bicentenario estuvo bien hechito; los asistentes y los espectáculos funcionaron como reloj, las sensaciones de miedo y crispación estuvieron tan ausentes, como la lógica y la decencia argumental para doña carrió, así que todo fue una gratísima, emotiva y bienvenida sorpresa.
Si hubieran pasado cosas diferentes y/o malas, estoy más que seguro que hubiera habido una gran capitalización contra el gobierno (para variar, claro) y ahora, retomando aquella frase célebre de que "la victoria no da derechos" (y así se pierden las guerras, y los territorios, que se ganan) es que hay tanta preocupación porque el gobierno no haga lo que hay que hacer, aprovechar este envión decididamente no hostil a esta administración.
Es muy bueno que el discursito decadentista, impotente y frustrador, tenga tan expuesta su decadencia; que la mala leche se muestre en su forma más asquerosa - ¿ninguno de los voluntariosos opositores que suelen aparecer por acá tienen uin poquito así de vergüenza por pepito eliaschev, leuco y demás próceres?
En otros lados algunos se quejan de que se haya "censurado" la cumbia - capaz que mañana o pasado resulta que se ofendió a los tanos porque no estuvo Nicola di Bari, o los gallegos si no se vió a David Bisbal y así al infinito... Gerardo chocho por esa cantante colombiana que debe conocer él y la familia (de la colombiana) y otros molestos porque no estuvo Ráfaga.
No deja de ser hermoso que para criticar, solamente reparen en boludeces y nunca jamás de los jamases en el fenomenal desacople que tienen con esa sociedad que deliran representar.
El odio anti K como única excusa para disimular su proverbial inutilidad.
Totalmente de acuerdo con Mauro. Mas que votos lo que representa es que se tiró abajo un portón y ahora se puede entrar y profundizar desde otro lado.
Es como el miente miente que algo quedará. Crispación crispación que cualquiera podía terminar pensando "hay un alto nivel de odio y violencia en la sociedad"
Bueno, irremediablemente eso se terminó. Creo que uno podía esperar mucha gente, pero nunca esta cantidad.
Si el gobierno antes actuaba con los ojos cerrados y mirándose a si mismo para poder avanzar, ahora puede abrir los ojos, el camino está despejado y tiene que volver a encontrarse con los sectores que le son mas afin.
También espero una lectura del otro lado, caso PS. Veremos que ocurre post Mundial, por suerte CFK siempre se nos adelanta.
Gerardo, me encanta su cambio de tono. Está bien, en claramente un buen punto que no intentaba explicar (como nada de lo que ocurre) desde la simplificación sociológica. Creo, como dicen en alguna entrada, que hay factores mundanos, la gratuidad, el fin de semana largo, pero también hay razones más profundas, creo que el sentimiento sobre lo propio afloró, por suerte sin sobresaltos por parte de nadie, creo que hacía falta festejar y la gente tomó esta oportunidad y, por suerte, pasó por encima de las crispaciones planteadas por los políticos profesionales y aumentada por lagunos medios. Creo que es interesante este último punto para plantear nuevamente algo que hace mucho me interesa remarcar, el discurso de los medios es "completado" por quien lo recibe, las personas no son una pared de arena donde los medios inscriben lo que quieren. Lo que si creo es que si sirve para explicar esto también inhabilita simplificaciones como las que a veces aparecen sobre el supuesto poder del "dispositivo mediático" y en ese camino den¿muestra lainutilidad del conflicto planteado por el gobierno.
Gerardo: Permitime desarrollar un razonamiento de algo que leí y me parece acertadísimo. Basado en esto, puedo concluír que el discurso decadentista está originado en gente que perjudicó al país en provecho propio. La cosa es así: El discurso decadentista es una crítica al país. Un filósofo describió el mecanismo de la crítica (se refiere a la "destructiva"). Lo primero es lo que denomina "Acto Hostil" -aquella acción que perjudica a algo o alguien-, luego viene el "Ocultamiento" -quien comete el "Acto Hostil" teme por su seguridad si el mismo se hace público, y entonces, lo oculta-. Pero como no puede ocultarse a sí mismo que hizo ése acto hostil, habla mal de su agredido, para hacerlo merecedor de su "Acto Hostil".
De lo que se deduce, en general, que quienes viven criticando a todo el mundo, son básicamente GARCAS.
Y puntualmente, en lo concerniente a este post, quienes critican tan destructivamente al país, son GARCAS que perjudicaron al país para provecho propio, obviamente lo ocultan y, finalmente, basurean al país para hacerlo merecedor de lo que le hicieron.
He resumido muchísimo el concepto. Hay mucho escrito sobre esto, ya que es algo tan complejo como interesante.
Un abrazo.
El decadentismo de Lanata y otros es la justificación historiográfica de la antipolítica. El gordo tuvo su auge cuando se derrumbaba todo y ahí fue que sacó sus best-sellers. Cuando los vientos empiezan a soplar para otros rumbos, toda esa construcción tiende a caerse como un castillo de naipes. Desde ya, tuvo y tiene a favor esa tara de la autodenigración nacional de que hablaba Jauretche.
Saludos Gerardo.
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