domingo, 11 de abril de 2010

Juan Cabandie




Ayer, mientras hablaba Aníbal en el Encuentro bloguero, por un momento me detuve a observarlo a Juan Cabandié que se llegó con su pequeño hijito. Así como un flash sentí algo que recién hace un rato mientras lo conversaba con Ceci se transformó en certeza: Juan no pudo ir a una reunión con su padre. Su padre no pudo llevarlo un típico sábado a la tarde a una reunión política o al Club Colegiales.

Y Juan estaba ahí, a escaso metro y medio del jefe de Gabinete de un gobierno democrático y su pequeño y hermoso hijito jugueteaba con un trencito, entre sus piernas o en el piso, con esa impronta única que tienen los hijos pequeñitos cuando salen de joda los sábados a la tarde con el papi.

"La paternidad repara" dijo Ceci mientras se lo contaba.

¡Vaya si no es así!

Ahí, en ese preciso instante se reparó una vez más uno de los tantos tajos que se le han hecho a la memoria del pueblo argentino.


----------------------------------------------------

5 comentarios:

burgués asustado dijo...

es que las sensaciones son familia de encuentro de reencuentro..eso paso con Juan y con muchos de nosotros, ayer.
te dejo un abrazo Gerardo.

Alejandro Bresler dijo...

Qué hermoso post, Gerardo. Gracias.

guille dijo...

Excelente.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Un gusto conocerlo a Ud. Gerardo ,y a muchos otros que solo conocía a través de los blogs nacionales y populares. Saludo grande,

JP

Moishes K dijo...

Hermosura de post. Gracias.

Entrada destacada

A propósito de Mundstock y ciertas giladas

A propósito del fallecimiento de Marcos Mundstock volvió a aflorar esa actitud mediocre de refutar a un artista por sus posiciones políti...