Cuentos de ultratumba

Estuve a punto de no hacer este post ya que me invadió un pensamiento del tipo: ¿Cuál es la novedad, si estas bestialidades de la Iglesia católica ya las conocemos?"

Pero rápidamente pensé que no hay que dejar pasar estas cuestiones, por obvias, esperables y patéticas que nos puedan parecer. Porque el problema en nuestra tierra inexorablemente siempre viene por derecha y porque mientras algunos sonriamos sobradoramente pensando en que Aguer está definitivamente pirucho, el contexto de renacer conservador se va coloreando por todos lados.

Por supuesto que nadie en su sano juicio puede suponer que esta salida del tenebroso obispo platense esté en sintonía con algún plan macro político, no. Aguer es un halcón blindado todo terreno que no conoce de tiempos políticos, para él la acción es constante: La revolución permanente por extrema derecha.

Tan bravo es el hombre que si me lo cruzo en la calle y justo pasa por ahí Drácula en su carruaje me mando sin pensarlo con el Conde...

No. Aguer no hace esto justo ahora porque existan determinadas condiciones políticas. Aguer hubiera vomitado su pus de ultratumba en cualquier época. Pero lo grave, lo preocupante, es que este estertor diabólico coincida en tiempo y espacio con el avance capanga. Eso es lo que nos debe poner alertas.

Si encima que vienen por la retenciones, por el Consejo de la Magistratura y por la CGT, ahora se suma la Iglesia acusando de neomarxista al Ministerio de Educación, el panorama se pone grisáceo.

Sólo falta que refloten los cuestionamientos del 2003 a Zaffaroni y cartón lleno.

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