Una canción

Una canción vive dentro tuyo desde el día que te penetró. Nadie te la podrá quitar, incluso puede ocurrir que la creas olvidada, pero en el momento más inesperado florecerá con una lozanía jamás prevista.
Tengo muchas canciones guardadas, varias de las cuales incluso han perdido el título pero de vez en cuando aparecen en fragmentos, en ráfagas que me demuestran que están ahí, esperando la convocatoria de algún sentimiento que pida por ellas.
Tengo una canción no tan vieja pero sí muy emotiva que cada vez que irrumpe me conmueve, y acá va la historia:
Conocí al trío Bajo Sospecha (Víctor, Mónica y Adrián) en octubre de 1996 cuando vinieron a tocar a la fiesta por los cuatro años del programa En Tierra Firme que había empezado en la entrañable FM Latinoamericana y en ese momento se emitía por FM Bahía, de Villa Ortúzar. Recuerdo que esa noche arrancaron con Crónica Villera, el tema que Adrián compuso en homenaje a Agustín Ramírez, un joven de las comunidades eclesiales de base que fue asesinado en 1988 en el barrio Nueva Jerusalén de San Francisco Solano..
La combinación de ritmos afroantillanos con letras testimoniales me subyuga, de ahí viene mi devoción por Rubén Blades. Se me ocurre pensar que los ritmos centralmente cubanos que tanto sirven para la diversión y el baile tienen también una posibilidad expresiva inigualable a la hora de sustentar un texto e incluso de insuflarle dramatismo en aquellos pasajes que así lo requieran. (Si escuchan el tema con detenimiento podrán corroborar esto que digo a los 55 segundos, cuando primero un saxo barítono y luego las trompetas bien arriba le ponen un “clima” a la letra que te pone los pelos de punta)



Esa noche era muy importante para mí. Había tenido una desvinculación traumática con FM Latinoamericana, había nacido mi hija en mayo y estaba en juego la supervivencia del programa y la nuestra, nada menos. Por suerte fueron muchos amigos y oyentes y hubo una gran respuesta de músicos amigos puesto que antes de Bajo Sospecha habían tocado Verónica Condomí (que cantó, creo que por primera vez en vivo con su hija Mariela, conocida hoy como Emme-; Lilián Saba, Facundo Guevara y Norita Sarmoria)

Cuando llegó el turno de Bajo Sospecha y Víctor Cejas arrancó con la letra de Crónica Villera recuerdo que pasaron imágenes muy fuertes por mi cabeza: Veía esa fiesta en el Centro Maragato de la calle Jaramillo, en pleno Saavedra, veía las luchas por las tierras de los desamparados en el conurbano, lo veía a Víctor, gran cantante que vive de su peluquería, a Mónica que trabajaba de oficinista, a Adrián, tremendo músico que intenta llegar a fin de mes “comiendo teclas”, me veía a mí, haciendo una radio que pretendía ser distinta a lo convencional, y pensaba cómo las luchas, la música y la radio a veces se funden potenciando una actitud de resistencia.

Pasaron los años y ayer amanecí emocionado al leer este post de El Conurbano sobre Agustín Ramírez, luego le mandé el tema para que lo colgara, más tarde leí parte de ese post en Radio América, por supuesto emití “Crónica Villera” y volví a tener las mismas sensaciones que aquella noche sólo que ahora hay que sumar el factor Blog y la irrupción de nuevos actores como el Conu, que seguro era muy chico cuando masacraron a Agustín.

Sentí una gran satisfacción porque una historia tan oculta tuviera sus 10 minutos de divulgación en un medio de comunicación grande y me alegré por Adrián Birlis, autor del tema, por el Conu, por Mónica, por Víctor, que pone todo lo que hay que poner para cantarla y por mí, que me sigo emocionando con estas cuestiones.
Recordé oyentes de 15 años atrás y pensé en los de hoy.
Y pensé mucho en vos, que si llegaste a este renglón, estás, al igual que yo, con el alma en orsay.

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