lunes, 19 de agosto de 2013

Pensar las PASO, pensar octubre


Los compañeros de la Paco Urondo han realizado esta muy buena producción periodística, con Juan Ciucci, Martín Rodríguez, Escriba y un servidor. 


Por Enrique de la Calle

Agencia Paco Urondo: Queríamos charlar sobre lo que ocurrió en las PASO. Escribió en su blog un interesante artículo ¿Cuál es su reflexión sobre lo que ocurrió?

Gerardo Fernández: Realmente estoy asombrado de cuánto pegó el artículo. La cantidad de visitas que tuvo el blog, la cantidad de comentarios, evidentemente tocó algunas fibras sensibles.

Agencia Paco Urondo: En primer lugar, lo que pegó tiene que ver con ensayar alguna autocrítica, mirarnos para adentro. Es fácil caer en señalar a Clarín…

GF: Hay datos que son evidentes, hubo serios problemas a lo largo y ancho del país, hay una nota de Eduardo Anguita que lo detalla. En Jujuy si se gana se gana por un punto, se pierde en Catamarca, se pierde en La Rioja, se pierde en San Juan, en provincia de Buenos Aires a seis puntos, en Santa Cruz…

Agencia Paco Urondo: ¿Cree que es un voto castigo contra Cristina Fernández?

GF: La primera sensación que tuve cuando se consiguió el 54% fue una perogrullada pero, la reafirmo, los votos van y vienen. Podés tener el 54% y a los dos años podés tener el 20, los votos no se casan con nadie, esto es un dato de la realidad. Creo que esto está diciendo algo, creo que el arte político que tiene que tener el kirchnerismo en este momento es decodificar y ver cuál es el mensaje del voto del domingo. Por un lado se puede ver en un trazo grueso, una cosa que también estaba clara en el 54%, es que el verdugo tendría que salir de las filas, de adentro, es decir la astilla del mismo palo, tendría que salir de la coalición del 54%. Efectivamente salió y es Sergio Massa. Estaba claro que quien derrotara al kirchnerismo no iba a venir de afuera, sino que saldría de adentro. En su momento se especuló con que era Scioli y terminó siendo Massa. Creo que eso expresó, al interior de la coalición de gobierno a nivel nacional, que el poderío kirchnerista podía ser desafiado y con éxito. Se me ocurre que eso algún impacto tuvo en el resto del país porque son varias las noticias de derrota. Un caso: el gobernador de Misiones -que es aliado- de haber ganado con el 70%, ganó la provincial con el 35%, ahí también hay una caída muy fuerte. Creo que hay algunos mensajes que deben ser decodificados, los gobiernos cometen aciertos y errores, habrá que ver cuáles fueron los errores y cuáles fueron las condiciones objetivas.

Agencia Paco Urondo: Decía recién que quien derrotara al kirchnerismo iba a salir del propio kirchnerismo. Además, Sergio Massa tiene un discurso, una posición pública que recupera intervenciones del kirchnerismo y trata todo el tiempo de no confrontar y no mostrarse como un opositor férreo. No es Francisco De Narváez en el 2009. ¿Esto fue un voto castigo al gobierno nacional o hay una sociedad que está pensando el día después del kirchnerismo?

GF: Mi visión estructural es: cuando aparece Néstor en el 2001 (simbolicemos el 2001 como un auto que se fue a la banquina), había que sacar el auto de la banquina desde el barro y ponerlo de nuevo en la ruta, Néstor pone el auto en la ruta y toda la Argentina agradecida con Kirchner. Ahora cuando llega la rotonda, Néstor agarra para otro lado, ahí empieza a darse la gran ruptura.

El planteo del neoliberalismo del 2001 y 2002 fue el de corregir algunos aspectos, hay que seguir con la misma lógica pero, morigerando algunas cuestiones, teniendo un poco más de cuidado en algunos aspectos porque nos fuimos a la mierda. Creo que ahí empieza a darse una gran tensión. Néstor viene a imponer un proyecto distinto, básicamente en el rol del Estado y el neoliberalismo sigue diciendo que hay que seguir como veníamos, mejorando algunas cosas que hicimos mal. Pienso que este planteo del neoliberalismo estuvo vigente en todo momento pero no encontraron quién lo instrumentara. Lo buscaron con Binner, con Macri, lo buscaron con De Narváez, en ningún momento apareció algún lugar donde poder encarnar éste retorno. Teniendo en cuenta los grandes ejes del neoliberalismo pero con mayor control de daños.

Me da la impresión que la irrupción de Massa es la que les garantiza volver al neoliberalismo con mayor control de daños. Les pone votos, estructura y armado peroncho a ésa idea. La ratificación es la exposición de Massa del miércoles pasado, ante la crema del empresariado nacional donde bajó el decálogo del Menem-Cavallismo de los 90. Eso, para mí, es lo que está en discusión: si volvemos a los 90 mejorados, recauchutado, con mayor control de daños o si seguimos adelante con los ejes que viene desarrollando el kirchnerismo.

Lo que me preocupa –con mí nota apunto a eso- es que nuestros errores les sirvan de coartada, es decir, posibiliten las condiciones objetivas para que ese retorno vuelva con más rigor. Nos podemos preguntar ¿La sociedad argentina llega hasta acá? ¿Llega hasta acá y no quiere más lola, no quiere seguir confrontando? Creo que no, porque la misma sociedad que nos dio el 54% hace dos años y la suma del poder para poder gestionar es la misma sociedad, no cambió la gente, la gente es exactamente la misma.

A mi modo de ver, lo estratégico pasa por si logramos salir adelante con este proyecto o si volvemos a la de siempre. Me daría mucha pena que errores propios fueran los que posibilitaran que ése retorno fuera más vigoroso de lo que debe ser. Esto es lo que hay que discutir seriamente.

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