viernes, 8 de julio de 2011

Qué estamos discutiendo, che?


No cayó muy bien el post sobre los "medio inteligentes" pero bueno, hasta que se me demuestre lo contrario seguiré pensando lo mismo. El problema de mucha clase media es que sigue empecinada en creer que a ella le va bien cuando el contexto es un horror. Esa gente que se creía en los noventa aquello de "Estamos mal pero vamos bien" y que hoy recita el "Estamos bien pero vamos mal". Esa clase media que sigue leyendo a los mismos referentes que la llevaron al peor de los desastres, esa clase media que sigue tomándole la palabra a gurúes que le dijeron que el dólar se iba a escapar y que le siguen anticipando periódicamente catástrofes que nunca se producen, esa clase media porteña que se preocupa por "la falta de nafta" cuando no hay una sola cola para cargar en ningún lugar de la ciudad. Esa clase media cree que ha logrado mejoras por sus propias virtudes y desconoce que ha habido una gestión macro del kirchnerismo que la ha favorecido notablemente. Es más, no dejan de tener certeza aquellas críticas por izquierda -y que suscribo- en el sentido de que las políticas desplegadas desde 2003 a la fecha han impactado mucho más favorablemente en los estratos medios y medio altos que en los de abajo. Creo que falta pila para llegar a los sectores más postergados de la sociedad.

Es que el kirchnerismo, contrariamente de lo que a muchos les han hecho creer, no es muy de izquierda que digamos, no lo es en el sentido de que no quiere la eliminación de la propiedad privada y la construcción del socialismo, lo que pasa es que sí más de izquierda en el sentido de que quiere profundizar el capitalismo ante un establishment que en el fondo pretende seguir con una fachada de capitalismo posada sobre un entramado cuasi feudal. El kirchnerismo es muy capitalista, demasiado para el gusto de los sectores dominantes que cacarean con el capitalismo de verdad pero han vivido en un capitalismo de segunda selección en el que siempre les fue muy bien. A Clarín, por caso, le ha ido muy bien con esa Argentina porque así edificó su poderío. El kirchnerismo quiere cobrar impuestos, el kirchnerismo no quiere que los medios estén monopolizados; el kirchnerismo quiere que los que más tienen más aporten, en suma, toda una serie de ambiciones de la más rancia estirpe capitalista. Pero como esto es relatado como "socializante" no faltan los incautos que se lo creen.

A ver si nos entendemos: hoy no estamos discutiendo "Liberación o Dependencia". No estamos debatiendo si queremos ir al socialismo. Lo que en rigor está atravesando el debate político nacional es si queremos seguir siendo ese país de capitalismo a medias, tercermundista, que padecimos hasta 2001, o si verdaderamente queremos construir un capitalismo más parecido al de los países centrales, obvio que con nuestras peculiaridades. Las usinas tradicionales de propagación de ideología nos corren siempre con los modelos de países centrales pero cuando acá intentamos hacer cosas concretas en ese sentido nos tildan por poco de subversivos. Una de las triquiñuelas a las que recurren es decir que muchas de las cosas de esos modelos no se pueden realizar acá porque ta ta ta ta, una sarta de excusas con las que terminan planteando que no se puede cambiar. En suma, te corren con el capitalismo de los países centrales pero cuando el kirchnerismo toma medidas ene se sentido le dicen que eso acá no se puede practicar.

Por eso planteo esta contradicción entre la vida concreta de mucha clase media y su mundo abstracto. Esa clase media no logra ver que lo que más le conviene a sus intereses es el kirchnerismo, esa clase media no se da cuenta que es precisamente con este modelo cuando mejor le va y precisamente que fue en el modelo que hoy encarnan desde Alfonsín hasta Macri cuando peor le fue. Y todo esto tiene que ver con el vaciamiento intelectual de ese sector social que ha retrocedido horrores en materia de consumos culturales e intelectuales. Esa clase media que compra los libros de Redrado o de Majul demuestra cuánto fue para atrás. Entonces, en medio de esa caída, cree sin el más mínimo fundamento que retomando los lineamientos generales de los ochenta y noventa habrá una salida porque, seamos claros, la discusión acá no es entre el kirchnerismo y el mundo soñado que nos merecemos, el debate es entre esto que vivimos ahora y aquellos años que también vivimos y terminaron como todos sabemos.

No hay alternativa.
.

10 comentarios:

Tito Rosé dijo...

Clap..clap..clap y clap

Abel dijo...

Excelente! Comparto totalmente.
Hay que recordar que en nuestro país cobrarle impuesto a una empresa que nunca había pagado un mango y tratar de mejorar la calidad de vida, era ser subversivo. Luis Arédes se animó a cobrarles impuestos a los poderosos dueños del Ingenio Ledezma, por eso entró en la categoría de subversivo, y por lo tanto fue "desaparecido" durante la dictadura.
Cuando se habla de "Reforma Agraria" también se la vincula con una medida socializante, cuando en realidad todos los países capitalistas desarrollados la han llevado a cabo.
La confusión de conceptos, como se ve, es muy grande.
Saludos

Leandro Hanc dijo...

Estoy de acuerdo que el kirchnerismo en general no es revolucionario, quien crea eso peca de ingenuo. Pero no es más capitalista o menos que la oposición.


Pero no diría que lo que propone la derecha no es capitalismo, me parece un pifie teórico grueso.

Se trata de un capitalismo salvaje y un capitalismo un poco más humanizado. Ambos son capitalismos.
El kirchnerismo, al menos hasta ahora, se trata de un neo-keynesianismo, en oposicion al neo-liberalismo de Clarín y los sectores más dominantes.

No creo que estemos yendo hacia un capitalismo como el de los "países centrales". Los países centrales están yendo a un capitalismo como el nuestro. Están terminando por resquebrajar sus Estados de Bienestar. Ver Grecia, España, Inglaterra.
Estados Unidos está hasta las manos con la deuda pública, pronto también vendrá la "austeridad" allí.

Pero claro que no vamos al socialismo. Y está bien que así sea porque la gente NO QUIERE ESO. El kirchnerismo es el fiel reflejo de lo que quiere la gente del país en general (por suerte no de lo que quieren los porteños).
Pero son dos modelos de capitalismo marcadamente distintos, ambos igualmente capitalistas.

Yo creo quienes somos realmente de izquierda nos entusiasmamos con este modelo es porque somos de aquellos que creen en que la revolución no viene por el caos y el hambre, sino por una evolución en la sociedad. Veinte años de keynesianismo (si es industrializante) produce trabajadores en fábricas, produce estudiantes universitarios radicalizados.
Eso generó el peronismo en diez años de keynesianismo, generó el Cordobazo.
Hoy necesitamos 20 años de kirchnerismo (porque la sociedad está más destruida) para que entrar en un período más radicalizado.

Gerardo Fernández dijo...

Leandro Hanc: No digo que la derecha no proponga capitalismo. Digo que, como bien lo planteas vos, auspicia un capitalismo salvaje.

vertienteperonista dijo...

por supuesto que podemos coincidir con todos los análisis sobre los sectores medios, desde jauretche hasta este post podemos suscribir a todos los diagnósticos.

la pregunta entonces es: ¿insistimos en seguir impulsando políticas a partir de subestimar esas características intrínsecas de estos sectores, asumiendo que como parten de una falsa interpretación de la realidad no merecen ser atendidas?.

o por el contrario, a partir de comprender profundamente las imágenes a partir de las cuales estos sectores se movilizan, articulamos un discurso que les resulte "comprensible".

porque si todo lo descripto a través de los años sobre estos sectores es cierto, también debería ser cierto que sólo es posible solucionar desde un cambio cultural que requiere de tiempo medido, tal vez, un recambio generacional.

para algunos resulta poco menos que imperdonable abordar una comunicación con estos sectores a partir de la utilización de símbolos e imágenes que resulten de fácil asimilación.

para ellos adoptar estas prácticas implica, por lo menos, "abandonar las prácticas revolucionarias" porque se "deja de lado el contenido ideológico" y eso resulta "innegociable"

yo soy de los que siguen creyendo que lo importante, lo sustantivo, el contenido, está en lo que se gestiona, eso es lo que produce cultura y trasciende en el tiempo, y cuando se está hablando de la lucha por la idea, de una batalla cultural, se habla desde lo que se hace y no de como se diseña una campaña (cualquier campaña)

PD. es imposible "comunicar" si no se es capaz de resolver un "lenguaje" común que permita la comprensión del "mensaje" que se quiere transmitir.

ram dijo...

Ayer, me tocó peregrinar buscando nafta, varias estaciones con largas colas, incluso en una, cuando me tocaba a mí, aparece uno y: "No hay nafta" (y de la premium, la normal "desapareció" hace rato). En esa espera al cuete, había un paisaje interesante; llenaban el tanque y se "prevenían" con bidones, desde la vieja del Honda nuevito al morochón de ciclomotor con el bidón de 25 litros... 25 y para un ciclomotor!.
No hay nafta, no hay plata y así no se puede vivir; se suele escuchar y, realmente, si uno mira con atención, lo que ve es exactamente lo contrario, hay nafta, hay plata y así se está viviendo - pero claro, se vive comprando un discurso berreta, insolidario pero además falso, porque lo que "no hay" es más porque hay un consumo brutal (lo nacesario y lo por las dudas), hay una "interpretación" sesgada en contra y hay una pereza muy difundida, de no querer ver las cosas como son, sino como les/nos dicen que son.
Ayer, también, un amigo, evangelista él, me "hacía despertar" sobre lo decepcionante que le resultaba este gobierno: "¿Cómo va a decir que "él" anda por ahí?, no puede ser!" - es decir, que por una expresión, un dicho que no le gustaba, descalificaba un todo - justo cuando aparece un decreto que terminaba con el rubro 59, produciendo un efecto concreto contra la prostitución - caballito de batalla moral de este amigo y a partir de ayer, todo un botón de muestra de cómo los medios lo desplazan hasta de sus propias creencias.
Puede ser que más de uno se ofenda al hablar de la liviandad de ciertas "inteligencias", pero que se ofendan no implica que sea mentira, el que sean inteligencias acotadas por una profunda estupidez.
Ahora que está de moda el niño macri, su cotillón, sus bailecitos, su apoliticismo (no libre de la política profunda de limpiarse el culo con los intereses del resto de la humanidad) - ¿Qué pretenden? - que se los tome en serio?, que se llame inteligencia a la pereza intelectual más burra?.
De última, la inteligencia humana, es un bien de uso, no una etiqueta para presumir.
Pero bueno, habrá que seguir insistiendo, con nuestras escasas luces, en una de ésas los "inteligentes" en retiro efectivo, se percatan de lo pavos que pueden llegar a ser.
Y no es para que voten K, empecemos con que no los forreen y que voten pensando. No es tan complicado.

Voces dijo...

Como decía Auyero, los que están fuera del sistema no quieren la revolución, quieren ser "explotados".

desvinchado dijo...

Muy bueno!

uno dijo...

Sabés que a mi no me queda tan claro que a la clase media en general le convenga más este modelo que el menemista, al menos no a corto plazo. A la clase baja y media baja creo que la favorece más en comparación, por el tema obvio del empleo (ojo, por supuesto que la media sigue más favorecida, por eso es media, pero digo comparativamente).
Pero hay un sector de la clase media que no perdió el trabajo en los 90 y que se sentía muy cómoda con la estabilidad de precios y la capacidad de endeudarse, o ahorrar. Ni hablar de los que tenían una renta. Creo que la inflación pone nerviosa a esa clase, más que al asalariado de clase media baja para abajo, que como nunca tuvo capacidad de ahorro o endeudamiento mientras le aumenten más de un 20% por año la sigue remando y hasta va ganando poder adquisitivo.

Gerardo Fernández dijo...

Uno: Esa clase media que no perdió al laburo en los 90 es precisamente la que más ha despegado desde 2003 en adelante y notablemente.

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