sábado, 4 de diciembre de 2010

La "Escribanía K" funcionaba mucho mejor



La revista “El Parlamentario” nos anoticia que este año ha sido el de menor producción de leyes desde 1987. Se aprobaron sólo 61 mientras que, por ejemplo, en 2007 se  sancionaron 137. Algún desprevenido podrá pensar que estos datos nos hablan de “lo poco que trabajan los diputados” y en realidad eso es un análisis equivocado porque en el período que va de 2003 a 2007, los tiempos donde funcionaba a pleno la tan denostada “escribanía K” el parlamento argentino aprobó 628 leyes (un promedio de 157 por período).
En esos años de “parlamentarismo de baja intensidad” el 42 % de las leyes aprobadas fueron proyectos enviados por el Poder Ejecutivo, un porcentaje pequeño en comparación con Alemania donde en ese período el 76 % de las leyes aprobadas fueron del Ejecutivo y ni hablar de España donde el 92 % de lo aprobado por el parlamento también fueron leyes impulsadas por el ejecutivo…

¿Cómo se explica entonces? 

¿En los “países en serio” también los parlamentos son “escribanías”?

En realidad las cosas son un poco más intrincadas. Uno de los problemas que arrastramos en Argentina es que muchos medios de prensa poderosos históricamente han acomodado el flujo de la información a sus propios intereses, entonces por ejemplo nos han bombardeado con consignas tales como "la necesidad de achicar el Estado" cuando en los países que ellos mismos nos ponen como modelo a imitar en realidad los estados ocupan un espacio superlativo en todos los órdenes, pero hay otros elementos a considerar a la hora de estudiar las razones de la poca producción legislativa del año que termina: En todo cuerpo deliberativo para funcionar se requiere tener la mitad más uno de los integrantes o capacidad de negociación para construir una mayoría que permita sesionar. Esto vale en una asamblea de una cooperativa o una entidad de bien común de base. El problema de la poca eficiencia parlamentaria en 2010 radica en que el conglomerado mediático-político opositor arrancó tergiversando los resultados de la elección de 2009 diciendo que “la oposición había ganado las elecciones” cuando en rigor la primera minoría le correspondió al FPV. La trampa estuvo en sumar todos los votos opositores. Así es fácil, hasta Menem y De La Rúa perdieron ya que en 1989 “la oposición” sacó el 53 % y en 1999 el 52 %, Una cuenta similar podría hacerse en el fútbol local para decir que Argentinos Juniors no ganó el Clausura 2010 puesto que la suma del puntaje de los otros clubes da una cifra superior a la cosechada por "el bicho".

La derrota del kirchnerismo en 2009 fue estruendosa en lo político pero no tuvo un correlato  proporcional en los números parlamentarios, entre otras cosas porque la composición de ese Poder toma en un 50 % los resultados de 2007, donde el oficialismo obtuvo una victoria holgada, como sabemos, merced al fraude...El punto es que la lectura forzada de esos resultados por parte de los grandes medios arrastró a las fuerzas opositoras a la quimera de forzar también la realidad desconociendo que aún amontonando un paisano de cada pueblo apenas superaban por 9 votos el quórum para sesionar, con lo que la edificación de una suerte de “estado paralelo” desde Riobamba y Rivadavia era ya no un sueño sino una pesadilla.

Pero hay otros números que agravan el hándicap opositor pues los registros de la HCD dicen que de los 138 diputados opositores, sólo el 32 % tuvo asistencia perfecta en 2010.

¿Qué me cuenta?

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1 comentario:

Leandro dijo...

Esta nota esta muy buena y me extraño mucho que nadie la comente. Tal vez tenga que ver con lo de tu ultimo posteo, la relativa calma actual.
Saludos

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